Una de las escenas más prolijas del panorama nacional es, sin lugar a dudas, la de Granada. De su inagotable cantera han salido multitud de grupos para los que su lugar de procedencia se ha convertido casi en una garantía de calidad. Lo que no es tan habitual es que esto sea a través de propuestas tan arriesgadas como la que nos ofrecen Chin Yi.
Chin Yi no es un fruto de un arrebato de frivolidad; su forja se coció a fuego lento. Lo fundó Pablo Medina en 2004, año en que lanzó su primera maqueta, «Chi» (2004), continuada al año siguiente con «Ju» (2005). Con «Mei» (2007) empieza a tomar forma -una de las diez mejores demos del año para Mondosonoro-, pero es «Tai» (Chin Yi, 2008) la que marca un punto de inflexión: la progresión en el sonido del mismo hizo que Chin Yi pasase de proyecto en solitario a conjunto, por lo que en 2009 se incorporan Enrique del Castillo -en solitario también como Las Barbas Indómitas- (teclados), Francis Más (batería) y Vicente Jiménez (bajo y guitarra). Así, ese año se convierte en el del despegue de Chin Yi, ganando, junto a Guadalupe Plata, la final del Circuito Pop/Rock de Andalucía, saldándose con una gira por la comunidad y la edición de un disco producido por Paco Loco, compartido entre ambos grupos, que se edita a primeros de 2010.
Continúa el suma y sigue en el nuevo año: participan en las Fiestas Demoscópicas que cada año organiza Mondosonoro, actúan como revelación en en el Jamónpop y ganan el Proyecto Demo de 2010 -de nuevo ex aequo; esta vez junto a Marcus Doo & The Secret Family– en una final retransmitida por Los Conciertos de Radio 3 en TVE y que les llevó a actuar en la XVI edición del Festival Internacional de Benicàssim. Más festivales: presentación del Pulpop, Zaidín Rock, etc.
Sin perder mecha, abren 2011 lanzando el EP «Nisis Acomsais» (Glubb!, 2011), continuado con una pequeña gira de invierno. Este EP se presenta como adelanto de su siguiente álbum, «Wo» (Glubb!, 2011), el cual editan a través de su propio sello, consagrándose como una propuesta valiente y arrebatadora -ya no en Granada, sino en todo el país- a la que poco a poco, y no sin dificultad, se van rindiendo más personas.
Comentarios