Concluyen sus componentes casi sin dudarlo que la razón para formar el grupo fueron las ganas de desfogarse y disfrutar tocando juntos. Los inicios fueron, eso sí, complicados por tratar de cuadrar las agendas de todos y que se asentara la cosa, pero allá por el 2018 comenzaron a ensayar. “Siempre sin presión”, eso sí, se apresuran a remarcar.
David Moralejo (guitarra) y Álvaro Marcos (guitarra y voz) llevaban ya un tiempo intentando poner en marcha algo en paralelo a Atención Tsunami, la banda en la que tocan. Le transmiten su afán a Pablo Garnelo (bajo), por entonces en Biznaga y al que conocen de hace un tiempo: En concreto, de cuando David y Álvaro tocaban en Healthcontrol, y Pablo, todavía en Galicia, en Why Go? De igual forma, a Marco Lipparelli (batería) le conocen de cuando éste tocaba en Being Berber. “Un día Dave y yo íbamos hablando por la calle de lo de montar otro grupo y nos cruzamos de pura casualidad con Marco, en la plaza de la Luna, se lo propusimos y a bocajarro y el tío como es así se subió al carro sin pensárselo. Luego ya no le hemos dejado bajar” cuenta Álvaro del momento en el que ficharon al batería.
Aunque provenientes de sitios dispares (Pablo de Vigo; Dave de León, Marco de Roma y Álvaro de Gijón) el grupo queda constituido por quienes se consideran madrileños de adopción.
La idea que tienen en mente inicialmente Dave y Álvaro era hacer algo del tipo At the Drive In, pero reconocen que tras la incorporación de la sección rítmica el resultado de lo que salía en el local de ensayo terminaba pareciendóse más a The Mars Volta. “La paleta de influencias en realidad es muy amplia, pero creo que lo que más aflora son referencias post-core, punk y algún toque jazzy y no wave en los vientos. A ver, nombres evidentes, por ejemplo: Cuchillo de Fuego, Metz, Lisabö, Unwound, Picore, Drive Like Yehu, The Lounge Lizards, Habitar la Mar, Horse Lords” enumera el cantante.
Una de las primeras cuestiones a elucidar es la del nombre para el proyecto. Se quedan con «charnego», por aquello de dar una segunda oportunidad al término despectivo. “Tiene resonancias bastardas y mestizas y también es el nombre de un perro mezcla de razas y de hábitos nocturnos. Nos iba al pelo”.
El estreno en directo estaba programado dentro del marco del festival Fosbury Fest, pero tuvieron que cancelar su concierto porque operaban a su batería Marco.
En 2020 entran a grabar a los estudios Metropol, donde asistidos por Fran Meneses y Adolfo Párraga, dejan listos una serie de temas que irían subiendo a su bandcamp: «La ruta del pelotazo» y «Frágil (El Niño de Leche)». Charnego elaboran lo que han venido a denominar senycore, quizás por seguir con la cuestión catalana, una mezcla en la que dicen cabe punk, hardcore, garage y ganas de subvertir estilos. La idea de la banda era editar esos temas en forma de un EP que titularían “Volquete de Rumbas”.
El trabajo con Fran y Adolfo les resulta más que satisfactorio. “Acababan de pillar de segunda mano una Tascam de ocho pistas con la que querían trastear un poco antes de montar un pequeño estudio analógico dentro de Metropol. Nosotros también estábamos en plan trastear, con las canciones aún por hacer, nos hacían precio y nos pareció que todo encajaba de puta madre para el experimento”, nos cuentan. En realidad, por cuestiones técnicas (no funcionaba una de las pistas en la mesa) terminan utilizando sólo siete. “Nos gusta pensar que ésa es la clave de nuestro sonido: 7 pistas, ni una más ni una menos. Grabamos todo en riguroso directo y en pocas tomas. Fresquito y crudo. Las fluctuaciones de tempo y las gambas son claramente audibles. No hubo maqueta previa, fue todo muy pim-pam y usamos la excusa de la grabación para acabar canciones entre el local y el estudio”, aclaraban para Ruta 66 sobre el proceso.
El período de ensayos y pruebas no termina hasta el año 2023, momento en el que la actividad alrededor de la banda se dispara. Por un lado, editan en el mes de febrero, su disco “Regreso al Futuro” (Repetidor, 2023) grabado en tres sesiones. Nueve canciones construidas a partir de guitarras afiladas y letras mordaces. Y es que no se ocultan: “Políticamente el proyecto está claramente posicionado, creo que no hay ambigüedad en ese aspecto. El combustible es la rabia, pero sin renunciar al humor”.
Para la portada del mismo, con diseño de Josetxu L. Piñeiro, una foto de Liliana Peligro de un perro olisqueándose el trasero: “El título del disco hace referencia a la sensación de vivir atrapados en un bucle de extracción, precariedad y eterno retorno de lo mismo, en el que el futuro, por más que sea el concepto de moda, no deja de ser un espejismo para la mayoría. El perro-uróboros que se huele el ojal en la portada expresa con elegancia esa idea de círculo vicioso”.
Charnego también ha trabajado el formato visual, encargando por ejemplo al ya mencionado Josetxu L. Piñeiro la elaboración de un video clip para el tema «Preferiría hacerlo». Igualmente Carlos Pedrosa se encargó del soporte en vídeo de «La ruta del pelotazo».
Finalmente se produce además el debut oficial en directo, con el concierto que dan el 3 de marzo de 2023 con Tensura en la Sala Juglar de Madrid.
La banda tiene el hándicap de la dispersión geográfica actual de sus componentes: Marco vive en Castellón y Álvaro en Barcelona. Cuando se logran juntar, utilizan el local de los Atención Tsunami en Carabanchel, El Observatorio, para sus ensayos.
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