Las chicas ye-yé constituyeron la retaguardia musical de los 60. Llenaron de contenido los festivales de la canción y los programas televisivos. En general no vendieron demasiado y sus discografías están hoy más que olvidadas; sin embargo, en su momento protagonizaron un movimiento musical que no fue exclusivo de España, pero que aquí tuvo una difusión mayor que en otros países. Sus nombres llamativos, sus peinados arquitectónicos, sus buenas voces y su alegría en un país de señores serios y tristes edulcoraron la vida española durante los años del desarrollo.
Una de las chicas ye yé de más amplia carrera y mayor éxito fue Betina. Claro, ese no era su nombre, sino el más prosaico de Mercedes Massaguer. Betina nació e hizo casi todo su recorrido musical en Barcelona, la ciudad que en aquel momento marcaba la pauta en el asunto de la canción moderna. Estudió varios años en el Conservatorio de su ciudad y a los trece años ya andaba deambulando por las emisoras. Su despegue lo obtuvo en el programa de Radio Nacional: Paso a la Juventud, presentado por Federico Gallo. Luego pasaría a Fantasía, donde cantaría cada semana junto a otras figuras recién aterrizadas por aquí como el francés Georgie Dann.
En 1964 va a grabar su primer disco para la casa Zafiro: el single: “Fiesta en mi Corazón/ Nuevamente a mi Lado” (Zafiro, 1964). Pero el primer disco importante vendría solo unos meses después. Tendría forma de EP –«La Gente / En la Frescura de la Mañana / ¡Ahí Va! / Hay Tantos Chicos en el Mundo» (Zafiro, 1964)– y en él aparecía la canción: “Hay tantos chicos en el mundo”, que la dio a conocer en toda la radiodifusión española.
En el número once de la revista Fonorama, publicado en febrero de 1965, se le hace un reportaje fotográfico muy completo y una entrevista que se inicia así: “Betina. Dieciséis años reidores. Con mucha ilusión por todo…”. Pero aquí hay que explicar algo. Para actuar profesionalmente era preciso tener 16 años y superar un examen del Sindicato de Artistas, Circo y Variedades, pero Betina había nacido el 6 de enero de 1950. Ella se presenta a dicho examen falsificando papeles y con el carnet de identidad de su hermana mayor María José… y aprueba. A partir de ahí, durante un par de años afirmará llamarse Pepita y tener dos años más de su edad real.
Zafiro sacó hasta seis discos en un solo año para olvidarse posteriormente de ella y acabando por rescindir el contrato tras más de un año en blanco.
Actúa en Cataluña y de tanto en tanto se deja caer por otras regiones, siempre acompañada por su padre que no la dejaba ni a sol ni a sombra. Empiezan a apodarla La Bomba, no se sabe muy bien el porqué, seguramente por su empuje en escena. Realiza sus primeras grabaciones en catalán, su idioma habitual. Va a pasar brevemente por el modesto sello Ekipo para ser enseguida repescada por EMI Regal, que relanzará su carrera, adoptando sus temas un aire más melódico y menos juvenil.
Participa en los festivales de la canción más importantes del momento. Su mayor triunfo va a venir de la mano de la novena edición del de Benidorm, que ganará en 1967 con la canción “Entre los dos”. En aquellos tiempos dos artistas defendían por separado cada tema y en esta ocasión el partenaire de Betina fue el maduro italiano Tony Dallara. Antes de acabar su gran año, va a participar en el Festival del Mediterráneo cantando en catalán un tema del compositor y cantante Parera Fons: “T´Estim i T´Estimaré” (Regal, 1967), obteniendo el tercer puesto.
No serán suficientes dos festivales en 1967. Dentro del mismo año es seleccionada para participar en el Festival Internacional de la Canción de Split, en el que obtiene el tercer puesto con “La Lancha” (Regal, 1967), de autor yugoeslavo, una de las más vibrantes interpretaciones de su carrera. Esas victorias la pusieron en órbita y durante un tiempo no paró de hacer galas en España y en Portugal, país que desde los inicios de su trayectoria visitó en varias ocasiones.
El siguiente año viene marcado por una versión en español de un tema eurovisivo que le sentaba a su voz como anillo al dedo y que vendió un importante número de discos. Concretamente fue “Congratulations” (Regal, 1968).
A partir de 1969 ficha por Marfer y aunque seguirá grabando con regularidad, su nombre irá oscureciéndose poco a poco, centrándose casi exclusivamente en Cataluña. Mercedes se casó en 1972 cuando la carrera de Betina llamaba a su fin. Bueno, llamaba a su fin aparentemente. Se enroló en la orquesta de Janio Martí, una de las más prestigiosas de la Ciudad Condal. Se enroló porque su marido también era músico y por no retirarse de golpe tras diez años de intensa carrera. Su idea era estar un par de temporadas… pero la incombustible Betina estuvo treinta, recorriendo medio mundo con sus nuevos compañeros y cantando música de baile de todas las épocas.
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