Ataque de Caspa es el caso de una pandilla de amigos del colegio -más tarde de la Universidad- que sin saber tocar demasiado forman un grupo por pura diversión, lo típico y corriente en aquellos años 80 donde casi todo el mundo en la onda quería tener uno. En su breve existencia hubo distintos cambios en su formación, pero podemos decir que el núcleo más estable queda conformado con Carmen Álvarez (voz), Alfredo Moreno (batería), Nacho Biosca (bajo), Luis Álvarez (teclados) y Lalo García (guitarra).
Debutan en un pequeño concierto en el patio del colegio, con Joaquín Nikis, gran amigo de la banda incluso hoy día, a la guitarra. Desde entonces, sus actuaciones fueron más o menos ligadas a Los Nikis, pues hasta en tres ocasiones los telonearon durante el año 85 en los conciertos de la mítica Escuela de Caminos, según se recoge en el dossier de la exposición «Caminos de un Tiempo [1973 – 1987]» (2006), apareciendo por cierto como «Atake de Kaspa» en dos de ellos y descritos como «la revelación del 85» por los organizadores.
Graban de manera casera dos canciones –«La militar» y «Crónica china»– y ya por fin se meten en estudio (tras obtener las 25.000 pesetas necesarias de diversas fuentes, venta de calzoncillos coloreados en una fiesta entre amigos incluido) para grabar la maqueta «Supongamos, por Ejemplo» (1985) con los siguientes cuatro cortes: «Nigeria», «Lalala», «La pesca» y «Viaje a Egipto», todos ellos con ritmos nuevaoleros, y unas letras enigmáticas, incluso crípticas, que enseguida destacan por su originalidad, y cuyas melodías se adaptan a las canciones como un guante. Sobre el proceso de composición de las canciones, Lalo cuenta en entrevista a Retromúsica, cómo se partía de la línea de bajo de Nacho, a la que cada uno iba incorporando progresivamente sus instrumentos hasta lograr un resultado satisfactorio. Las letras, se acoplaban al final del todo, con la melodía de la voz. No cuidaban tanto este aspecto, como la melodía. Así, «Lalala».
Presentarían «Nigeria» en el Concurso de Rock de la Villa en La Corrala de Madrid. Sobre ello, Lalo cuenta: «Eran las cuatro de la tarde y sólo había tres personas, un éxito, vamos». Sin embargo, a uno de los miembros del jurado, Juan de Pablos, la canción le entusiasmó, grabándose para la sección de nuevos valores del programa de TVE donde colaboraba: Auambabulubabalambambú.
Los tímidos intentos de que alguna discográfica independiente se interese por ellos para grabar un EP no cuajan del todo, y ello, unido a las obligaciones personales de cada uno de los miembros (estudiantes de Ingeniería y Medicina) así como la tendencia del público de la época a escupir copiosos gargajos a los grupos en sus actuaciones, costumbre iniciada en Rockola durante el concierto de los UK Subs, hace que la motivación del grupo vaya menguando de forma paulatina hasta alcanzar el fin de su brevísima andadura.
Pero el destino tendría guardada en la recámara una nueva oportunidad para que esas canciones mal grabadas y sin apenas trascendencia pudieran ser valoradas en su justa medida. Así, treinta años después, y de la mano de Los Punsetes, que recuperan «Viaje a Egipto» para sus conciertos de la gira de presentación de su segundo LP, el nombre de Ataque de Caspa vuelve a saltar a la palestra, provocando que los propios Ataque de Caspa de algún modo se reactiven, reuniéndose para tocar juntos (en privado), abriendo una página de fans en Facebook así como brindando la posibilidad de escuchar y descargar la maqueta desde su propio Bandcamp.
Las canciones, que sorprenden gratamente por su contemporaneidad y su frescura, hace que el sello Gramaciones Grabofónicas en colaboración con Yo-Yó Industrias, decidan editarlas en vinilo, junto a las dos canciones anteriores, permitiendo que, por fin, podamos disfrutar de ellas en una edición digna y con colaboraciones de lujo: Klaus & Kinski, Triángulo de Amor Bizarro, Linda Mirada, Gran Aparato Eléctrico, Prisma en Llamas y, por supuesto, los propios Punsetes.
A pesar de que «Ataque de Caspa» (Gramaciones Grabofónicas / Yoyó Industrias, 2011) se convierte en uno de los discos que más expectación despierta en el entramado independiente, y no sabemos si quizás los Ataque de Caspa puedan sorprendernos con algo más, puesto que el propio Lalo, en la citada entrevista a José Sanz Gallego de Retromúsica incluída en la hoja interior afirma la existencia de alguna otra grabación -de pésima calidad-, incluso de una versión de Blondie con letra de Teresa Rabal. También se ha revelado la existencia de otro grupo, The Chipirons, conformado por miembros de Ataque de Caspa y Los Nikis.
El 11 de noviembre del 2011, llega lo nunca pensado: el primer concierto de Ataque de Caspa, veintiseis años después, y primero sin ser teloneros (le toca el turno a Los Lagos de Hinault y a Prisma en Llamas). Organizado dentro del ciclo de conciertos que este colectivo lleva organizando ya durante más de un año con regularidad mensual en Siroco, se cuelga el cartel de entradas agotadas con semanas de antelación y el evento resulta emotivo, además de un éxito rotundo, también en cuanto a repercusión generada (Telemadrid, El País, y otros medios generalistas se interesan por cubrir esta pedazo de historia).
La fecha no parecía ser menos adecuada para un retorno tan ansiado y pintoresco. Todo parece pertenecer a un círculo eterno, pues precisamente uno de los dueños de Siroco es David Novaes, quien estuvo al frente de la Asociación de Caminos y quien programó dichos conciertos a Ataque de Caspa, además de quien promovió la exposición y el dossier anteriormente mencionados. Por si fuera poco, estrenan un nuevo tema («El día esperado»), mucho más alegre y danzarín, y hacen una versión de The La’s y su «There she goes» castellanizada. Por supuesto y como no podía ser de otra manera, Anntona se sube al escenario a tocar con ellos dos temas.
Interpretamos todo esto, como un pequeño éxito de la casa, y como una preciosa guinda en el pastel.
En pleno 2011, casi treinta años después de que grabaran cuatro temas en una maqueta, y a raíz de que...
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