Alarido Mongólico están de vuelta… aunque lo cierto es que nunca se habían ido. Los conocíamos por su aparición en aquel mítico recopilatorio “Galician Bizarre II” (Galician Bizarre, 2012) con “El ataque de los belenes vivientes” pero en 2016 afirman ir a fuego, lanzando su primera referencia física, un cassette editado por Ferror Records, y nuevos videoclips.
Alarido son un dúo constituido por Andrés y Joel, un ferrolano y un coruñés, que ponen en marcha uno de los conjuntos con más personalidad de la escena. El grupo nace en el Festival do Norte 2009. Estaban viendo una actuación pero deciden abandonarla para subirse inmediatamente a un escenario de micro abierto que había en el recinto. “Allí estaba Lois, el de Trajano!, y viéndole marcarse un Ian Curtis les entraron ganas de echarse unas risas. Y las risas se las echó la peña, porque se montó un corro y el resto del festival había gente que coreaba ‘Esto no es rap de mierda, electropop del bruto…’. Ahí empezó todo”. Y así continúa, con mucha personalidad y cero complejos: “Tampoco sabríamos expresarlo. Es mirarse y asentir. ¿Es un vínculo? Es amor”.
Andrés nos explica esos años de silencio: “Justo cuando salió el ‘Galician Bizarre II’ vivíamos en Madrid. Allí creábamos y ensayábamos -poco- en el colegio mayor. El rollo es que dejé la universidad y me volví a Galicia. Y entre una crisis existencial postadolescente y el no estar los dos cachito con cachito, me fui a echar una siesta que se alargó un par de años” comenta Andrés.
En sus inicios predominaba las bases electrónicas con guitarras con aires lo-fi, “en realidad Alarido Mongólico siempre fue muy electrónico. Lo único que no era electrónico eran las voces y la guitarra. Todas las mongocanciones gravitaban alrededor de un Casio Sa-21 (que Andrés hereda de su prima). Era un poco religioso: el Casio funcionaba como una especie Santo dos Croques en el que nos golpeábamos hasta sacar substancia”. El caso es que en aquella siesta que se echó Andrés, cambiaron las cosas:“Dejé poco de lado las cuerdas y se centró en la producción, y Joel siguió escribiendo, esta vez poesía. Las influencias van rotando, y si a eso le sumas que funcionamos por venadas, cuando nos quisimos dar cuenta estábamos haciendo canciones otra vez”.
En marzo inician un proceso de crowdfunding para lanzar el videoclip “Alarido Mongólico (ha llegado a la ciudad)” producido por Esperpento. En el mecenzago nos encontramos desde un striptease a besos con lengua. Con él llega el EP en cassette “Alarido Mongólico Is Back» (Ferror Records, 2016), “Cuatro hitazos. Dos de los temas son inéditos. Con un diseño vanguardista inspirado en las cintas de carretera. Y en él habrá un link de descarga digital también, para los desgraciados que hayan tirado el walkman”. Y es que Ferrol mola, “Los que molan son los que hacen cosas. Y hacerlas en un sitio tan depresivo y represivo tiene bonus. Por eso las cosas que salen son tan explosivas. Y no sólo a nivel musical. La -poca- gente que queda se está juntando y está haciendo piña. Ferror Records lo sabe: la cooperación es la clave de la supervivencia”.
El tema “¿Algún día me volverás a querer?” forma parte de la banda sonora de “Animals” (Marçal Forés, 2012). En ella nos encontramos a bandas como Los Claveles, Mujeres o Chiquita y Chatarra.
Ha pasado el tiempo y el sonido de la banda ha ido creciendo. Hay más intensidad, bases aguerridas, electrónica convincente… “Preferimos electrónica persuasiva. O manipulatoria. Embaucadora. ¿Éste es el álbum de madurez? ¿Ahora Joel canta mejor? ¿Somos guays? El rollo es que vamos a hacer un documental como Standstill”.
A partir de la edición del cassette Alarido vienen actuaciones importantes como la que dan en el Autoplacer 2016 (Móstoles, Madrid) junto a bandas como Aries o Juventud Juché y la realización del videoclip “Bitterballen donder op”. Un video que se convierte en viral en Holanda, gracias a la página de Facebook “Jezus Wat Slecht”, que lo comparte alcanzando el medio millón de visualizaciones. Se trata de una canción con desarrollos techno y gabber de los 90. El contacto con el holandés viene de la residencia de Joel en Eindhoven.
están de vuelta… aunque lo cierto es que nunca se habían ido. Los conocíamos por su aparición en aquel mítico...
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