Julio «Nexus» Pastor es una referencia del synthpop en España. Comenzó en 1980 a tocar con los seminales Europa (más tarde renombrados Última Emoción) que formaban parte de la barroca escena electrónica valenciana, después con Megabeat e Invisible Records se encargó de poner banda sonora a la etapa más popular de la Ruta acuñando el Sonido Valencia. A día de hoy, aún sigue pegado a sus sintetizadores y secuenciadores.
¿Cuál fue el pistoletazo de salida para toda la escena synthpop valenciana de principios de los 80? ¿Había un pub reseñable, un grupo seminal, una radio en especial? ¿Cómo llegaron los sintetizadores a la capital del Turia?
En Valencia antes de 1.980 ya existía un «movimiento» que giraba alrededor del culto al sinte, y en mi opinión, en el momento en el que se empezaron a conocer a nivel nacional grupos valencianos (como Glamour y otros más), es cuando empezaron a ser conocidas muchas otras formaciones que ya llevaban tiempo haciendo cosas a nivel local. No olvidar que al mismo tiempo, estaba la Movida Madrileña, la cual monopolizó el panorama musical gracias a los medios de comunicación de la época, que no sabían que en Valencia, Galicia, Barcelona, y en otros lugares, antes, ya se hacían cosas de bastante calidad. Respecto al pub, existía un local llamado Pyjamarama, punto de reunión de todas las bandas (de todos los estilos musicales) y en el cual se gestaron muchos proyectos. Recuerdo que había una tienda de discos, se llamaba Amsterdam, creo que sigue abierta. Los sintes ya estaban en Valencia antes de los 80. Yo tuve uno montado en kit, en una caja de madera del tamaño de una de zapatos. No tenía teclado, pero era muy divertido. Los sintes tenían un precio prohibitivo en aquella época en España, hasta que llegaron los japonenes, claro.
Últimamente existe una ola de interés hacia todo lo relacionado con el ahora llamado minimal synth, etiqueta que podría englobar al synthpop / tecnopop más o menos underground de la primera parte de los 80. Por un lado se ha plastificado «Máquinas Románticas» (Turia, 2010), las últimas grabaciones del grupo. Por otro, un sello estadounidense reedita también en vinilo la maqueta primeriza de «Europa» (Dark Entries, 2012). A los fanáticos irredentos de la banda que no nos podemos gastar el dinero que se pide por él en las ferias de coleccionismo nos gustaría saber si hay alguna posibilidad de que se reedite «Dos Minutos de Odio» (MR, 1983) que sacó la extinta discográfica MR y que contiene la mítica «El misterio de los tomates eléctricos» en su versión definitiva o la envolvente «TV Pasión».
No creo que se reedite nada, pero para ser sincero, he aparcado, por no decir abandonado, el tema de Ultima Emoción. Si los demás miembros de la banda quieren hacer algo, por mí encantado.
Un hecho curioso en toda la escena electrónica peninsular de esa época es que muchísimos de los grupos como por ejemplo Última Emoción compartían el sintetizador Korg serie MS. ¿Cuál fue la razón? Vemos que en tus conciertos actuales Interfront lo seguís utilizando a pesar de tener sus limitaciones (muy pesado, sin memoria, monofónico…). En la carpeta de uno de los discos de Interfront el único agradecimiento va hacia la maquinaria de Korg. ¿Cuál es el secreto de ese teclado?
El MS-20 fue el primer sinte «de verdad» ya que era accesible, por precio, distribución y disponibilidad. Ya no lo llevo en directo, es un bulto muy incómodo de transportar, además de que no quiero que después de más de treinta años deje de funcionar por usarlo cinco minutos en un directo. No obstante, lo llevo virtual. Adoro el MS-20 por ser mi primer sinte y por haberme iniciado en la síntesis análogica.
¿Es cierto que fuiste el primer miembro en abandonar Última Emoción? ¿Pudo tener que ver la normalización de su sonido (tal y como se recoge en la grabación de «Máquinas Románticas») y pasar de hacer tecno-pop a un pop tecnificado más corriente?
Sí, abandoné UE en parte poque me aburría (soy así) y en parte porque me dediqué a programar en los primeros ordenadores personales que ya se podían adquirir sin necesidad de ser multimillonario. Más tarde, vendría la confluencia de la informática y la música. Además, suelo hacer parentesis en mis actividades, alternando mis aficiones, pero siempre sin olvidar la música. Hubo un par de trabajos editados en cassette, alguna sitonía para radio, pero sin saber muy bien qué quería hacer… Hasta que llegó Megabeat / Interfront. Cuando contactaron conmigo Fran (Lenaers) y Gani (Manero), ¡vuelta a empezar!
Los años 90 – 92 son frenéticos en términos productivos para Megabeat / Invisible Records, los sellos que creaste junto a Gani y Fran. ¿Tenías tiempo para salir del estudio y comprobar cómo temas vuestros como «Strange», «Es imposible, no puede ser» o «Balada para Jet Harris» se convertían en míticos en lo que se conocería como La Ruta? ¿Cómo recuerdas esa época?
No solía salir del estudio, no iba de ruta ni era asiduo de la noche. No quiero decir con esto que estuviera todo el día haciendo temas, por supuesto que no, pero tenía otras muchas distracciones y consideraba y considero la música como una más. Tuvieron que pasar muchos años para darme cuenta de lo que estos temas significaron y significan en el panorama musical.
La etiqueta Valencia / Sonido de Valencia fue incluida en las galletas de los discos de Megabeat Records desde un principio. ¿Cómo definirías al Sonido Valencia? Por otro lado, ¿a qué se debía tanto cambio de nombre (Megabeat, Interfront, Sun Corporation, Tyrell Corporation…) si siempre fuisteis los mismos integrantes?
La etiqueta de Sonido de Valencia (anteriormente Música de Valencia) fue acuñada por Gani y Fran. La definición de este sonido es Megabeat / Interfront, así de sencillo. Lo cual no quiere decir que después fuera incluida en cosas que poco o nada tenían que ver con nuestra idea. Vamos por partes con los nombres: Megabeat era un sello, un grupo y a la vez una corporación en las que se incluían todos los demás subsellos. En Megabeat / Interfront (grupo) éramos Fran, Gani y yo. Después, en el sello, se incluyeron otros grupos y formaciones. El hecho de cambiar el nombre fue primordialmente para preservar el sonido Megabeat / Interfront y poder sacar todo aquello que se nos ocurría, sin tocar el nombre. Además de ser muy divertido.
Durante esa temporada hicisteis muchas versiones, desde clásicos tecno como Kraftwerk, Vangelis o Grauzone a grupos de culto como Apple Boutique de un estilo completamente diferente. ¿Cuáles eran tus grupos de cabecera entonces? ¿Era fácil seguirles la pista y conseguir sus referencias en España?
Toda la música de todas las bandas, habidas y por haber, las tenían Fran y Gani, no olvides que son DJ, con lo que sus maletines de vinilos eran y son bastante completos. No había ningún problema para seguir a todas las bandas que sonaban. Y no teníamos Internet…
Europa: A modo de pequeño manifiesto incluís esta cita en vuestra cinta de 1981: «Somos optimistas respecto al futuro de la música en nuestro país, pues está tan mal que sólo puede ir a mejor». Tras pasar por una independiente, por la filial de una multinacional y por tu propia compañía, ¿con cuál experiencia te quedas? ¿Ha ido a mejor la música en nuestro país? ¿Te gusta algo de lo que se hace en estos momentos?
Uf, pregunta muy complicada… Hoy en día, filtrando los millones de terabytes de información que circulan por ahí, puedo decir que sí que hay muy buenas bandas en nuestro país, a las cuales tengo el honor de conocer personalmente e incluso haberles hecho alguna producción y/o remezcla pero, por desgracia, no salen de los círculos cerrados, cosa que siempre sucederá. Eso, o te vas a Eurovisión o haces la banda sonora de «Masterchef» o como se diga. Prefiero tener 500 personas en un concierto de Interfront, que saben lo que van a escuchar y les gusta, que 50.000 que pasaban por ahí y de paso sólo van a bailar. Aunque lo mejor es que haya 50.000, pero eso es otra historia…
Tus últimos temas son más relajados y ensoñadores, ¿piensas editarlos en algún formato o los produces como mero hobby?
Ya tenemos (Interfront) hecha la la selección (alrededor de veinte temas) compuestos desde el 2.009, muchos de los cuales no se pueden tocar en directo por ser, como dices, más relajados, así como un par de temas rescatados de lo que iba a ser el Interfront4 y alguna remezcla de temas clásicos hechos por personas bastante conocidas, pero no puedo adelantar más…
Ya que ha habido conciertos remember Interfront, ¿te animas a hacer uno exclusivamente con tu material nuevo?
En los directos de Interfront se incluyen y alternan los clásicos y los compuestos desde el 2.009, pero siempre hay que tocar los temas emblema de la banda. Me pongo en el lugar de las personas que vienen a vernos y procuro hacer el set tal como me gustaría a mí verlo desde abajo.
Comentarios