Columbia se impone revitalizar la carrera de su nuevo fichaje, llevándolo a terrenos melódicos y homologándole a lo que hacían las voces solistas del momento. Su primer sencillo para la marca donostiarra será el más oscuro y probablemente uno de los menos vendidos de toda su carrera.
Ante el fiasco comercial, a pesar de la promoción que se había hecho, Columbia mete en un cajón el contrato de Julián, que seguirá componiendo y grabando temas que luego su discográfica utilizará a su aire y sin contar apenas con él.