La consagración de Undershakers. Uno de los mejores discos de pop de la década. Los primeros pasos que habían dado en “Sola” (Subterfuge, 1997) llegan aquí a buen puerto. Es el conjunto más homogéneo y espléndido de su carrera. Casi todas las canciones tienen como tema los conflictos en las relaciones de pareja desde el punto de vista femenino (obviamente) en distintas etapas o circunstancias: el rechazo, el dolor, la venganza, la culpa, etc. También hay sitio para el divertimento y el sexo oral, por qué no.
Y si de definición hablamos, aquí Undershakers ya no sólo definen claramente qué quieren contar, sino también cómo quieren hacerlo; el sonido es claro y actual sin que por ello dejen de lado las reminiscencias sixties; se agradece la notable presencia de letras en español porque la comunicación se hace directa, sin barreras que más hablan de timidez y falta de confianza a la hora de tratar esos temas. Con tan sólo dos discos, Undershakers consiguen un sonido absolutamente propio, encuentran lo que andaban buscando, cosa que muchas bandas no logran en toda su carrera.
“Vudú” es el disco que contiene los más populares temas de las asturianas. El homónimo “Vudú”, apoyado en un divertido videoclip, es una canción saltarina y juguetona. Por otra parte “Stupid girl”, tema pegadizo que sólo dura minuto y medio, fue elegido para una campaña publicitaria que les permitió aumentar su proyección pública. Pero entre los temas que no gozaron de la misma difusión mediática, hay algunos más que destacables, como la herida “Después”, la inicial “Mírate”, muy en la línea de “Vudú” y “Oral sex”, que tanto remite al “Seven & seven is” de Love por su acelerado ritmo y el mimético riff de guitarra.
Todo esto y todo lo demás construye un disco fluido, cercano, nada comprometido y sin embargo, de gran calidad. Es una de las pocas obras que realmente merecerían ser rescatadas de la desastrosa movida indie nacional de los 90, movida que tan mal ha envejecido.