Canción naif cargada de reclamos rítmicos que nos narra la historia de las dificultades que se le presentan a la protagonista ante la imposibilidad de dar la noticia de su próxima maternidad, y por ende de la paternidad, al progenitor de la criatura. El susodicho progenitor se llama a andanas y no coge el teléfono. También intervienen las encontradas opiniones del padre y madre de la citada protagonista; es decir, los sufridos abuelos de la criatura. Bodrio a medio caballo entre la reivindicación de la maternidad libre y el cachondeo rampante. Para no perderse la pachanguería instrumental del principio
Por el otro lado mejora algo la cosa, pero sólo un poco. Baladita inocente en la que la misma cantante de la cara anterior explica a otra mujer cómo se benefició a su pareja en una tarde de lluvia. Y es que de estos polvos vienen los anteriores lodos.