Más allá de repetir fórmula con este “Voy a Mil” (CBS, 1984), Olé-Olé deciden dotarla de mayor sofisticación sin que llegue a perder la esencia misma del sonido que se ha ido construyendo. De lejos, la más destacada del conjunto es la que le da nombre al disco y que fue el primer sencillo promocional, “Voy a mil” que, con cierta ingenuidad, relata la alegría de “vivir a tope”, pero que engancha y se hace propia.
En ciertas ocasiones se dan letras mucho menos frívolas que en el anterior, como en “Condenada”, sobre un frustrado intento de violación que se torna contra la víctima, o “Desaparecidos”, sobre los desaparecidos durante el Proceso de Reorganización Nacional Argentino -Montesano es de allá- y que dibujan un compromiso más allá de la tontera juvenil del momento. Otras, como «Un buen final«, inciden en ese mismo aspecto lúdico, aunque no pasan de interesantes. Sin embargo, ninguno de ellas se publicó como sencillo, pues CBS pasaba un duro momento económico -acabó siendo absorbida por Sony en 1988- y, junto a “Voy a mil”, solo se extrajo “Caminemos”, una adaptación de la versión del “Caminhemos” en castellano por parte de Los Panchos no demasiado lúcida, por lo que solo la titular ha sobrevivido como clásico.
Lo cierto es que, dejando a un lado las anteriormente destacadas, este disco tiene mucho menos gancho que el anterior. Pero lo peor de todo es que tras él, Vicky Larraz sale del grupo. Lo mejor, que llega Marta Sánchez.