Volviendo a las Andadas

Volviendo a las Andadas

Lo cierto es que Ana Curra con este disco vuelve a las andadas, pero no precisamente por el buen camino. Y es que, siendo francos, lo mejor del disco es la bonita fotografía de Alix que ocupa la portada.

Mal empieza el asunto. “Amor, odio” es un punk-pop como muy limpio y saltarín, y con arreglos tirando hacia un regustillo metalizado muy ochentero. “Envuelta en ron” recuerda a los primeros Duncan Dhu aunque algo acelerados, ritmos clásicos de rock & roll vitaminados. Curiosamente de lo que mejor funciona en el lote.

Pero si “Crimen perfecto” es horrible, con esos ecos poco sugerentes de guitarras callejeras y palabras malsonantes como morfina o asfalto, llega el turno de “Rien de rien“, versión sonrojante de Edith Piaf. No se puede, no se puede y se me revuelve el estómago, juntar tan alegremente las siguientes palabras: “y con el SIDA se acabó La Movida“, algo casi tan triste como acompañarlo de un “la-la-la-la-la-lá” popero. Jesús. Lo único acertado de la canción, por salvar algo, es la aseveración que se hace de que en la capital “no hay bares, no hay locales, no hay color“.

Pájaros de mal agüero” retoma un poquito la oscuridad pasada, con un teclado siniestro, temática gótica, pero resultado mediocre. La voz es demasiado cargante en ocasiones y los teclados asumen excesivo protagonismo, así como un desfondado uso de las guitarras y de los ritmos acelerados. “En esta tarde gris“, la más Dinarama, los ecos glam funcionan más o menos bien al haberse librado de todo el laste anteriormente mencionado. Y es que cuando se mira más a Cyndi Lauper o The Buggles funciona mejor que cuando se mira a los Ramones o Leño. Aunque siendo justos, sin excesos, que “Santo y diablo” es correcta, no más. Por cierto que es preciso señalar que los juegos de voces en ocasiones nos recuerdan a… Alaska, no sabemos si inconscientemente.

La versión que se realiza de “Unidos” de Parálisis Permanente tiene sonido de charanga -en general el sonido deja mucho que desear-, por una parte es como muy limpio, pero por otra predominan matices que lo hacen parecer totalmente amateur, en un difícil contraste que lo aproximan a las bandas de las fiestas patronales de los pueblos. Innecesaria la versión, no aporta ni un ápice nuevo de originalidad.

Se despide con “Soñé que no hay sol“, de nuevo sembrando esa dicotomía estilística ya mencionada. Bajo el que suscribe estas líneas, sin discusión, gana la partida esta segunda mira. Aquí sí que Ana recuerda a Siousxie, aunque quizás se peque un poco de grandilocuencia.

Grupo:

Ana Isabel Fernández, a cuestas con su...

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Tracklist:

  1. Amor, odio
  2. Es tarde para cambiar
  3. Envuelta en ron
  4. Crimen perfecto
  5. Rien de rien
  6. Pájaros de mal agí¼ero
  7. En esta tarde gris
  8. Santo y diablo
  9. La señal
  10. Unidos
  11. Soñé que no hay sol

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