Resultado de la iniciativa de Carlos Eructo, cantante de A.S.C.O., el disco agrupaba a cuatro bandas canarias dando así una muestra de la escena punk rock de mediados de los 90 en el archipiélago: tres de Gran Canaria (Potaje de Perros, Garrote Vil y Malformaciones Kongénitas) y uno, los mismos A.S.C.O., de Tenerife. La edición corrió a cargo del sello madrileño Fobia y el canario Alternativa: g.d.p., del que era responsable el propio Carlos, junto a un fanzine de casi idéntico nombre (Grito de Protesta), del que se incluía un jugoso ejemplar. En el mismo, además de presentar de las cuatro bandas implicadas, se hablaba de la realidad contracultural de Canarias.
Abrían el vinilo Potaje de Perros, con tres temas que grabaron en noviembre de 1992 en Jesiisma, unos estudios situados en Gáldar (Gran Canaria) que prácticamente estrenaron ellos. Contaban que para que el responsable de las cuestiones técnicas, Jesús, se hiciera una idea del sonido al que querían parecerse, llevaron el día de la grabación una copia del «Carnevisión» (La General / Fonomusic, 1986) de TDeK. Los pedales de distorsión que llevaron ellos no sonaban bien y tuvieron que grabar todo en limpio añadiendo el técnico efectos overdrive posteriormente a lo registrado con las guitarras.
El resultado final, como era de esperar, no suena a los madrileños como ellos querían. Si acaso, puestos a acercarlos al sonido de algún que otro nombre ilustre, sus guitarras recuerdan a Vómito, con un punto incluso amenazante en el caso del arranque de «Asesinos«, que luego parece evolucionar al punk del principio de Radikal HC. Su participación en el recopilatorio se abre con la dedicatoria al pasado colonial del imperio castellano conquistador. Se vivían por el año de elaboración del disco los fastos de celebración del V Centenario del descubrimiento de América, y fueron muchos los grupos de punk que no dejaron pasar la oportunidad de plasmar su repulsa contra los actos de lo que entendían un episodio sangriento de la historia del país. La asociación con la conquista castellana de las Islas Canarias sobre la población guanche era, por otro lado inmediata, máxime en un disco con un título que pedía la libertad del archipiélago frente a cualquier estado. «La conquista» es un muy buen tema. Una carta de presentación extraordinaria de Potaje de Perros, que conserva un sonido peculiar, extrañamente limpio en un grupo de punk, en el que las guitarras no ocultan cierta vocación de rock duro.
«Asesinos» es también un corte que se ajusta a los cánones esperables del género. Comienzo vigoroso, guitarras con ese aire a los de Irún que mencionabas antes y un repaso en las letras a todas las injusticias sociales, económicas y políticas que llevan a justificar la protesta. Acaban con «La danza de las marionetas«, concebida con maneras de punk galopante a velocidad de vértigo, a tono con el comienzo de unas letras que dicen «Deprisa, deprisa«. Vivimos controlados por alguien que nos maneja como si de títeres se tratase.
Garrote Vil son la aportación de heavy rock en un disco que sino, habría sido exclusivamente punk. «Mierda, asco y R’n’R» es toda una sucesión de escupitajos y ataques a una calaña que permanece en una aparente segunda fila camuflada. Todo ello con arranques de guitarras pesadas que, de repente, se interrumpen en una cortina de punteos y reverberaciones canónicas con de rock duro. Si en «Exorcismo» se muestran fantasmagóricos por aquello de la posesión diabólica, en «Alsados» atestiguan que también el mundo del heavy canario se une a la crítica contra la conquista que impuso «el pendón al que hay que servir«. Empieza lenta con un recitado reivindicativo, para luego irse endureciendo.
El comienzo de la cara B es para A.S.C.O. Supone también para ellos el debut discográfico y lo aprovechan para dar repaso a los puntos cardinales principales del género: insumisión al ejército, proclamas a favor de la «okupación» y de la salida a la calle para salir a protestar contra la represión y la hipocresía social. Los tinerfeños grabaron entre el 21 y 24 de octubre de 1992 en los estudios Azel situados en Los Realejos (Tenerife), donde, a tenor de lo experimentado por el grupo, no tenían mucha experiencia de tratar con este tipo de sonidos. De hecho el sonido final está
Aunque en una versión primigenia, lejos del sonido que luego llegarían a desarrollar, el caso es que A.S.C.O. dejó plasmados clásicos de su repertorio que luego recuperaría en versiones renovadas a lo largo de su trayectoria.
Cierran el disco Malformaciones Kongénitas, quienes aportaban, probablemente sin saberlo, temas en su versión más dura. Suenan crudos, directos, con un sonido sucio que estaba a años luz de los mestizajes que exploraron mucho tiempo después. Es difícil apuntar al tema más impactante, pero quizás «José Luis (Corcuera)«, el que dedicaban al ministro de interior socialista responsable de una polémica ley de Seguridad Ciudadana, tenga papeletas para ser el más indicado.
«Rebenques en la cocina«, un bramido contra la represión, contiene además la anécdota de haber tenido originalmente otro título: «Potaje de perros«, que terminarían cediendo como nombre del grupo para sus paisanos como pago por dejarles compartir local de ensayo en uno de los múltiples períodos en los que Malformaciones Kongénitas andaba sin lugar donde asentarse. Bramidos desde la voz principal y participación colectiva por detrás para unos coros que también cortan. Completan su aportación al disco con el nihilista «Rebaño de borregos» y el consabido exabrupto (explícito y descarnado) contra las celebraciones por la expedición de Cristobal Colón, por «llevar la muerte» a América.
Presentado con una portada atractiva de un dibujo que muestra el todos a una de las diferentes tribus urbanas en su lucha por una Canarias libre de cualquier estado, el paso de tiempo lo terminó por convertir en un clásico, un trabajo mítico resultado del esfuerzo autogestionado de grupos, sellos y fanzine. La segunda ola del punk canario daba señales de vida manifiesta, asegurando la labor de pioneros como Familia Real, Escorbuto Crónico, Subresiduos, Psicosis Crítica, Guerrilla Urbana y otros más
