Estamos sin duda ante el mejor trabajo de Los Hermanos Dalton, sus influencias poco a poco se van asentando ayudando a conformar un sonido propio y la banda tiene claro lo que quiere y cómo conseguirlo en un estudio de grabación. A esto también ayuda la brillante producción de Paco Loco, que consigue enriquecer su sonido y llenarlo de nuevos matices. Nos encontramos con cortes instrumentales como “Vitamina D (Intro)” o “Instrumental (sin moverte del sillón)”, con sección de vientos en “¡Qué gran día!”, con una gran variedad de guitarras y múltiples efectos que ayudan a volver más sofisticado su sonido.
Con el timbre de un despertador comienza “¡Qué gran día!”, un corte efervescente con trompeta, saxo, trombón y una letra sencilla pero efectiva… “Sólo falta que me creas, no lo puedo hacer mejor / Despiértame, despiértame / Quédate no soy el mismo”.
“Maldita ciudad” comienza con un coche que arranca y trae consigo aires garaje y el espíritu roquero de quemar la ciudad y sus clubs nocturnos sobrecargados de neones. Los tintes rockabilly llegan con “Sin moverte del sillón”, un viaje sin retorno a los 60 con juegos vocales, palmas y guitarras elegantes.
Tienen tiempo de acordarse de Pedro Picapiedra en “Fred Flinstone” y demostrar en cortes como “No importa dónde voy” y “Vacié el cargador sobre ti” que tienen mano para tejer melodías increíblemente efectivas.
Alternan los cortes revolucionados puramente power pop como “Desde la pared” o “Ya se han muerto” con medios tiempos más pausados como “Volveré por ti” o la grandísima “Una noche más”, nostálgica, punzante y cargada de distorsión.
Mezcla el pop de guitarras, el punk y la americana en un balón de reacción y caliéntalo hasta la ebullición: Obtendrás brillantes resultados como este “Vitamina D” (DRO, 1996), una de las cimas del power pop cantado en castellano, -otra sería el “¿Quién Mató a Airbag?” (Wild Punk, 2005) de Airbag.