Vinilisimo

Vinilisimo

Y a la tercera ocasión llegó la vencida. Ulan Bator Trío se lanzó a la grabación de un larga duración. Tras la experiencia previa de los dos sencillos con Alehop! es con los de Villaviciosa de Odón con los que repiten edición de disco.

La portada tiene un aire a trabajos de los Fuzztones o los Meteors. Dibujos de Fela que le muestran a él con cuatro piernas, a Lourdes con cuatro brazos y a Paloma con tres. Criaturas mutantes perpetrando rock and roll con temática de sexo salvaje, monstruos, pilotos japoneses suicidas y aberraciones blasfemas varias. La contraportada también resulta atractiva; de culto, con fotos varias de todo el grupo.

Letras para quitar el hipo presentadas entre dibujos y la habitual presentación de Fela. Dicen los créditos que se grabó “del tirón y todos a la vez“, en el estudio La Cabra, Factoría Sinfónica, propiedad de un amigo suyo, Epo, el día 13 de marzo de 1998.

Temas cortos, coros crudos. Fela con garganta rota. Bajo y guitarras contundentes, a pesar de que lo rudimentario de su construcción te hiciera pensar lo contrario. Quizás el trabajo que mejor suena, comparándolo con los dos sencillos, aunque no se desprende de su tufillo crudo y de reciclaje que Ulan Bator Trío confiere a toda su producción.

Disco que se abre con “Hola” (claro) que suena a marcha cavernícola y que (lógico también) acaba con “Adios“. Disfruta la banda provocando con cuestiones religiosas, como en “Que venga”, con rimas mongolas imbatibles (“Que venga Dios y lo escuche / Que venga Dios y me la chupe“) o con la versión bastarda del “Tú has venido a la orilla” entonado los domingos parroquiales con guitarra española, que aquí titulan “Jesurfcristo“.

Leyendo en la lista de canciones (muy generosa por cierto: diez temas en cada cara) “Don Melitón“, uno podría caer ingenuamente en la tentación de pensar en una recreación de la famosa canción tradicional infantil. Pero claro, en manos de estos terroristas musicales se convierte en la historia de un auténtico pervertido (cabrón, dicen ellos) capaz de las mayores salvajadas con los minimos. La cuota para criaturas y seres diabólicos la satisfacen con “Persecución satánica” o “El monstruo del sótano“.

Por su lado, “Moñongo“, “Sex shop” o “Aguántame” se dedican a aberrar  con el sexo de por medio. Con la excusa, Fela adorna el libreto con seres humanos y animales de penes descomunales dispuestos para la acción.

Pequeña concesión a temática social con “Supermercado“, en la que participan los tres componentes en las labores vocales. Tiene algo de “La rebelión de los electrodomésticos” de Alaska y Los Pegamoides. También “Juventud desparramada“. “Kamikaze” cuenta la historia de un niño difícil en el Imperio del Sol Naciente. Ataudes volantes para referirse a los aviones japoneses. Reproducción rupestre de motores de aeroplanos, ametralladoras y explosiones. Está muy bien.

Hay hueco para las versiones, de los Dead Kennedys (“California Uber Alles“) o de Bunker Hill (“The girl can’t dance“), uno de los fetiches del grupo según nos confiesa Paloma.

Quizás el trabajo más recomendable de la banda, a pesar de lo que nos comenta entre risas la bajista: “¿Te puedes creer que no he sido capaz de oírlo entero nunca?“.

Grupo:

El caso de Ulan Bator Trío, y...

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Tracklist:

  1. Hola
  2. Que venga
  3. Don Melitón
  4. Sex shop
  5. Moñongo
  6. Viernes sin cobrar
  7. Tricornios del espacio
  8. California Uber Alles
  9. Supermercado
  10. El mosntruo del sótano
  11. Kamikaze
  12. Ye! Ye!
  13. Aguántame
  14. Persecución satánica
  15. Ilusión
  16. The girl can t dance
  17. Juventud desparramada
  18. Pelo y dinero
  19. Jesurfcristo
  20. Adios

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