Cinco temas instrumentales que oscilan entre los seis y los catorce minutos de duración y que constituyen uno de los mejores ejemplos de jazz rock hecho en España. El contraste del saxo de jazz de Alain con la guitarra hendrixiana de Napi, apoyados por una buena sección rítmica capaz de crear la atmosfera adecuada, definen el sonido de esta banda. El LP fue producido por Francisco Posta y grabado en condiciones precarias en Madrid, aunque su buen sonido desmiente un tanto esa precariedad. En la grabación intervino como teclista Pepe Dougan, que a partir de ese momento se convertiría prácticamente en el quinto Costa Blanca.
El tema que da título a toda la obra se inicia con un ambiente onírico creado por sutiles y desperdigados toques de saxo, guitarra y bajo. Minuto y medio después, el saxo desarrolla una melodía jazzística, bien apoyada por el bajo, arpegios de guitarra eléctrica y los efectos de platos de la batería. Una pieza especulativa, de gran riqueza armónica y melódica en la que el saxo campa a sus anchas creando una evolución melódica de gran tensión. “El baron de Finestrad”, compuesta como casi todo el disco, por la pareja Chiqui Navarret – Napi Carratalá se inicia con un solo de guitarra al que el saxo hace la segunda voz. Un tema de melodía grandilocuente y por momentos chirriante. Una aceleración rítmica a partir del tercer minuto que propicia un enervante solo free jazz del saxo alto. Tras esta tensión casi incontrolable, vuelta a una calma de guitarra que, de nuevo, dará pie a una aceleración rítmica. Un tema para escuchar varias veces y que quizá es la pieza más ambiciosa del LP.
Abre la cara B “El caminito que no mola” en la que Costa Blanca suena más que nunca a Weather Report o Return to Forever. Un trepidante tema bien interpretado al que, en mi opinión, sobra algún minuto de ese casi cuarto de hora de duración en el que Napi da un recital de guitarra eléctrica progresiva. “Tijal” es un breve e interesante tema en el que el saxo de Alain se erige como protagonista, bien replicado por algún solo de la guitarra. A seguir el concepto rítmico del bajo que además de marcar el ritmo, sostiene el andamiaje armónico de toda la pieza con un jugueteo funky de lo más estimulante. “Cuando el coco se vista de gris” es el único tema compuesto por Alain Fabrizio, cercano al jazz eléctrico. Una pieza rítmica y agradable con un saxo desplegando toda su sapiencia.
En suma, una obra en algún momento de difícil digestión, algo dura para oídos poco avezados en este estilo; pero que explica de forma practica qué es eso que llamamos jazz rock.