Vía Satélite Alrededor de Carlos Berlanga

Sorprendente. No de menos podemos calificar el reencuentro de Carlos Berlanga con sus antiguos compañeros de viaje, en el que sería un disco recibido con bastante expectación por parte de los medios, y en el que, aparte de contar con la colaboración de Alaska en los coros y con Nacho Canut en las letras, se rodearía de algunos de los personajes que más le interesaban en el momento: Jone Gabarain y Teresa Iturrioz de Le Mans, Madelman, Pez, Javier Aramburu en el diseño gráfico y Vanguard en las remezclas del single.

El resultado, pues bastante malo, siendo francos, a pesar de que “120 años sin ti” fuera elegida por la Rockdelux como canción del año. Un tema más en la línea de Fangoria y en la que las chicas de Le Mans participaban en los coros,  que no es suficiente para esconder un trabajo que se hace denso y aburrido, y que se mueve en unos parámetros en los que Carlos Berlanga no debía de sentirse muy a gusto. Si se quejaba del cambio radical de Dinarama en cuanto a la línea a seguir, si había confesado aborrecer los trabajos de Calígula 2000 (aka de Nacho Canut), ¿cómo se concibe este trabajo? ¿Cómo se encarga ahora el mismo de la programación? Desconozco los motivos que le llevarían a experimentar con lo que sí había reconocido le gustaba para divertirse, pero no para realizar.

Aunque si bien es cierto incluye temas con una categoría lírica al mismo nivel que a la que nos tenía acostumbrados, otros, acuciados más aún por los chirriantes ritmos, resultan algo sonrojantes. “Fútbol” representa el máximo exponente (habría que dedicar un tema entero a las canciones futboleras de nuestros artistas underground). Ritmos house, discotequeros que eclipsan los principales activos de Carlos, las letras y su voz. Realmente, la producción y los arreglos de Big Toxic y Fangoria hacen flaco favor. Además de ello, temas que no encajan con el sello Carlos, ya no sólo por la musicalidad: la entomológica “Deja la lujuria” es más del final Pegamoide que también denostaba…

Se recupera «Cuándo, para qué, cómo y con quién» de la película  «La Lengua Asesina» (1996) de Alberto Sciamma y, a medida que avanza el disco, va reflotando su esencia, pero envuelta en un ambiente etéreo. Así, “Rayos de plasma” puede considerarse un esbozo de lo que sería “Lady Dilema” en su siguiente trabajo. “El tiempo gana”, “Safari emocional” y “2002” siguen en esta misma línea. Pero se continúa insistiendo en unos coros y dobles voces que tapan por completo la sugerencia de Berlanga.

Aunque bien valorado en su momento, el disco ciertamente no ha resistido muy bien el envite del tiempo, se hace largo y tedioso, y tan solo deja como curiosidad un tema completamente makina como “El Paraíso perdido”, que dejaría con la boca abierta a más de uno en su momento. Y ahora también. “Políticamente incorrecto” pretende recuperar su sello personal, quién sabe si como colofón de arrepentimiento. A lo Sara Montiel, sin embargo, se insiste en unos ecos que a estas alturas no pueden más que confirmar la torpe producción que lastra el trabajo al completo.