Valiente

“Valiente” (Warner, 2011) es el segundo álbum de la cantautora segoviana Rebeca Jiménez -producido por Bori Alarcón-, tras la primera experiencia en solitario con “Todo Llegará” (Warner, 2008).

El disco arranca con “Luna halcón”. Con la colaboración de Carlos Tarque en los coros, la canción tiene pulso y hechuras de single. Su sonido recuerda a los M-Clan más tardíos y también al disco “Personal” (Universal, 1998) de Quique González, muy deudor de Bruce Springsteen.

“Volverás” parece una canción adecuada para presentar el disco al gran público. Se trata de un anhelo de reconciliación con un estribillo amable, con la voz quebrada y reconocible de la artista como reclamo.

“De qué lado estás” es una buena canción entregada al soul más accesible, una declaración de principios: “hoy voy a pensar en lo importante”.

Continúa el trecho “Valiente”, un tema en el que el piano se adueña del estribillo recordando a Coldplay.

“Sigue la señal” rebaja la tensión. Si en “Luca halcón” mandaban las guitarras, la protagonista de esta canción es la letra -que de nuevo habla de recuperar lo perdido-, en principio arropada por teclados y cajas de ritmos. En cierto modo hace pensar en la faceta más pop de Luz. La pieza va creciendo con un leve barniz de gospel. Otra faceta distinta de la cantautora.

La dolida “Salto al vacío”, a voz, piano y arreglos de cuerda, marca un antes y un después en el disco, que según la autora está concebido “como si fuese un antiguo vinilo, con cara A, y cara B, con la primera parte entrando a saco y una segunda parte más reflexiva”.

“Cada día cuesta más” confirma esta propuesta, con la voz de Rebeca en primer plano, arropada por guitarras y teclados, expresando el desconcierto, al igual que “Mil maneras”, con algún verso excelente: “Cambié todas mis letras al final”.

“Dispárame” alude al amor como combate: “Dispara cuando llegue el calor / y esquiva con cuidado mis flechas”. Mientras, los cabos sueltos nutren canciones como “Acuérdate cuando te hablen de mí” y “Un poco de suerte no vendría mal”.

La cálida “Creer en ello”, en la misma senda vitalista de «De qué lado estás«, es el penúltimo cartucho. Cierra el álbum una versión alternativa de “Volverás” a ritmo de vals, con el piano y el contrabajo como centro de gravedad.

Un paso más para una cantautora que va encontrando un modo personal de interpretar y de hacer canciones, aunque las mismas adolecen por ahora de cierto cuajo.