El primer LP de Jay es un trabajo producido por Manu G. Sanz (Indómitos, Orphan Tracks) en el que muestran una gran crudeza y conjugan punk, noise y psicodelia. La portada del disco es obra de Andrés Magán (Fantasmage) y el titulo es un homenaje a Vietnam, también pertenecientes al colectivo A Seara.
Nos encontramos con once temas (entre ellos tres interludios instrumentales) caracterizados por una gran crudeza con dosis de lo-fi y aridez. Abre “Heavy metal 1”, la primera de las cuatro que nos encontramos bajo el título de “Heavy metal”, todas ellas armadas a partir del riff de bajo de “Heavy metal 2”. En su disco “A Catholic Education” (Fire / Paperhouse, 1990) Teenage Funclub hacían algo parecido, encontrándonos con la inicial “Heavy metal” y la posterior “Heavy metal II”. Aquí, evidentemente, el tratamiento es mucho más duro y visceral.
“Sangre de traidor” mantiene esquemas ruidistas y una breve dosis de psicodelia. Tras el primer interludio llega “Motero”, un corte menos agresivo pero altamente tóxico y psicodélico. Un tema hermanado en su tratamiento con “Ser humano”. En ambas cuentan con la colaboración de Nico (Indómitos, Fantasmage) a las voces. La conexión con Indómitos se cierra con la versión de “El rapto”, corte que abría aquel impecable “Indómitos” (El Beasto, 2008).
Cierran con “Ganas”, un corte en el que se aproximan a The Velvet Underground sin perder de vista a Sonic Youth.