Los Gratsons siguen haciendo versiones de lo que les echen. En este caso bien puede decirse que el EP se lo reparten a medias entre Ben E. King y The Beatles. Del repertorio del primero cogen su “Stand by me” y el menos conocido “I who have nothing”, ambas recocidas en aguas italianas. Ambos suenan algo insulsos, aunque muy bien cantados por Jordi Vila que año a año va cantando mejor y tomando gusto por los temas lentos. En “Rezaré” logra un crescendo interesante muy bien arropado por sus compañeros.
De los de Liverpool, o al menos de su repertorio primerizo, hacen “Please please me” y “A taste of honey”. En el primero, Ramón suelta bien la mano por el mástil y el grupo suena en general algo tímido, especialmente en los coros. Unos Beatles más comedidos y domesticados que lo que sería de desear. A “Sabor a miel” la convierten en una pieza de jazz muy distinto a otras lecturas de esta melodía. Solo de saxo, voz susurrante y la guitarra y el piano comportándose con el punto exacto de delicadeza. Nada que ver con la lectura que Los Mustang o los propios Beatles habían hecho.