Una canción que me recuerda a cantantes como Patxi Andión o Alberto Bourbon, cantada casi con desesperación sirve para poner a girar un nuevo sencillo de Miguel Ángel. Unos arreglos originales de piano, guitarra eléctrica y cuerda acompañan a este buen tema, que hubiese merecido mejores ventas. A pesar de que algunos comentaristas la ensalzaron, no fue suficiente para colocar a este cantante luchador en los hit parades.
Si la cara A aportaba una cierta renovación, o al menos originalidad, en el habitual y manido estilo baladístico, la cara B vuelve a la rutina. Un tema perfectamente olvidable que juega a la intimidad entre cantante y oyente para conseguir simplemente un tema rutinario.