Termina 1965 en el que publicó hasta cinco EP con una canción cursilona titulada “Una casa no es un hogar”, que suena añeja y anticuada incluso para su año de publicación. Un tema de dicción y musicalidad más suave de lo que esta brava cantante nos tenía acostumbrados.
Más dentro de su estilo melodramático con tendencia a abusar de la potencia de su voz se encuentran el toque de música clásica de “Tanto” y la deplorable y aburrida “Un beso es poca cosa”. Más animada resulta “Una marioneta”, arquetipo del pop ye yé. Ritmo ligerito, poco exigente para la voz y fácil de tararear. Una de esas banalidades que tanto nos gusta. Otras chicas del momento también se fijaron en ella, pero el que mejor supo explotarla fue Jaime Morey.