Si el sencillo “Un canto a Galicia” (Columbia, 1971) había sido editado en noviembre de 1971, el correspondiente long play ve la luz al iniciarse el nuevo año. Además del tema que estaba triunfando en toda Europa, aparece una colección de canciones nuevas, en su mayoría de autores distintos al propio cantante entre los que hay que destacar a Manolo Alejandro. También reputados autores sudamericanos, como es el caso de Cholo Aguirre y su “Río Rebelde” o ese “Sweet Caroline”, joya de Neil Diamond, de la que Julio hace una versión magnífica. Buenas canciones, arregladas de forma más o menos correcta por Benito Lauret y que conforman un grupo de canciones ecléctico, pero anudado por las formas interpretativas de Julio Iglesias, decantado ya por el pop más melódico y alejándose de las maneras de cantautor que apuntó en sus inicios, excepto en la canción que da título al LP.
A destacar también ese agridulce y atractivo tema “A veces llegan cartas” y la pieza pop “Hombre solitario”, firmada por el británico Roger Whitaker.
Con una configuración muy similar apareció otro LP genéricamente titulado “Julio Iglesias” y destinado a mercados extranjeros, pero que también circuló en nuestro país.