Nueva muesca en el revólver de los de Burgos; un nombre más a añadir a la lista de grupos internacionales con los que establecen colaboración (en este caso Active Minds); un disco más en un curriculum que se ha disparado exponencialmente desde que en 2015 decidieran volver a los escenarios. Desde entonces Último Gobierno no han levantado el pie del acelerador, demostrando una actividad impresionante inesperada en esta segunda oportunidad que se han concedido.
Los temas para este compartido con los británicos Active Minds se han grabado, tal y como han venido haciendo en sus últimas entregas en los estudios Checkpoint de Salas de Bureba por Jaime Recio. Allí quedaron registrados en el verano de 2016, mientras que la mastertización corrió a cargo de Ángel Chicote, el guitarrista de la formación quien, además, es el autor del diseño de la portada. La composición de la misma, en los rigurosos blancos, negros y grises habituales de la estética y filosofía de Último Gobierno, muestra el panorama desolador de la vida moderna: colmenas de edificios con fábricas contaminantes de fondo y si en otras ocasiones había menciones a guerras destructivas, ahora la explosión nuclear es la del propio individuo, al que le estalla el correspondiente hongo en la misma cabeza.
El arreón de «Cenizas» es de los que dejan sin respiración. El ritmo, inmisericorde desde el principio, parece recibir un esfuerzo extra en este tema, inyectando, aún si cabe, más potencia.
No economizan ni un ápice de energía. Son abrasivos en la música e implacables en sus letras: «La misma mierda en nuevos cerebros» cantan en «Revolución controlada«, un corte en el que dejan algún hueco para florituras de la guitarra. Desastres humanitarios, gobiernos corruptos, montes y bosques en llamas, explotación deshumanizante de minerales, hermanos matándose entre sí con misiles… conforman el índice de cuestiones que abordan en sus letras.
Los comienzos de «Días de locura» y «Tradiciones» son espectaculares, ponen los pelos de punta. Quienes anden esperando cualquier posible señal de debilidad que denote cansancio o agotamiento lo llevan claro.
Actice Minds despachan punk hardcore del más duro, en la línea UK 82 de Exploited («Don’t fuck with the system«) o Discharge. Verdaderas oleadas de ruido en la mayoría de los casos, ataque con guitarras que tan pronto parecen una brigada de acorazados como sierras mecánicas.
Entre toda esta maraña de sonido llevado al extremo destaca «Pedestal«, con una línea melódica más suave pero arrebatadora igualmente.
Terminan con riffs de Sex Pistols en el comienzo de «Old song«, que también hereda parte de esa querencia melódica que de la anterior.
Un nuevo emparejamiento más que interesante el de Último Gobierno, que facturan así, un más que recomendable disco.