Con la mente puesta en sacar el disco que Castillo Interior elaboró en marzo de 1987 en los estudios AS justo a tiempo para celebrar el 30 aniversario de su grabación, se decidió dejar fuera algunos temas que, aunque inicialmente compuestos a la par que el material que finalmente vio la luz en «Canciones Desenterradas» (Los Ochenta Pasan Factura, 2017), requería de un tratamiento especial para su recuperación.
Es por ello por lo que después, con más calma, se decidió poner manos a la obra y dar salida a estos tres temas.
«El sueño dorado» requirió de cierta cirugía para corregir un punteo de guitarra que aparecía repetido por un error en la cinta en la que quedó registrada. Se repitió la primera parte y se editó la segunda. Lograban así, mediante esta reparación digital, evitar el tener que volver a regrabar esa parte instrumental. Según contaba el propio Antonio, cantante y bajista de la formación, era uno de los temas más populares de la banda. El resultado es un tema que brilla rememorando a unos Echo and the Bunnymen chispeantes.
Con «Indecisión» no hubo razón técnica para decidir su exclusión en la primera edición de Castillo Interior. Se trataba tan sólo de la letra, que resultaba demasiado negativa y autodestructiva, tanto para que el cantante se planteara, en un primer momento, no exponer tan malas vibraciones. Marcada por la percusión de entrada, a la que se van superponiendo como capas las aportaciones del resto de instrumentos. Tiene un aire a The Go-Betweens.
«Vuela hacia mi» estaba originalmente pensada con una parte de intro y otra de outro con guitarra y voz entre las que se ensartaba la parte principal de la canción