Después de un flojete “Amanecer 84” (Ariola, 1984) el cantante de Alcoy va a plantear al año siguiente un LP con el que va a volver por sus fueros. De nuevo, van a ser canciones con chispa comercial y una cierta originalidad en sus arreglos. El primer tema está grabado en directo y transmite alegría y buen rollo.
Que la instrumentación y arreglos han evolucionado queda claro en “Ven o voy”, un tema bien trajinado con toques de sintetizador y teclados varios y un Camilo con menos voz que al principio de su carrera, pero manejando muy bien la que le queda. Ritmo vacilón para “Soy un loco sincero”, una canción con la que Camilo, al borde de los 40, parece querer homologarse con la música de los más jóvenes.
Otra canción que merece oreja atenta es “Cuando digo que no”, una balada dentro del habitual estilo del cantante, pero bien interpretada y con una buena prestación orquestal detrás de una interpretación que nos recuerda el tremendo Camilo de sus primeros años de carrera solista.
Hay que citar también ese “¿Mientras mi alma sienta?”, versión libre y libertina del adagio del compositor barroco Albinoni y una de las piezas más conocidas de la música clásica de todos los tiempos. Camilo intenta poner letra y voz a una pieza eminentemente instrumental, logrando un tostón épico y una falta de consideración con el bueno de don Tomaso Albinoni, que nada malo le había hecho a él ni, suponemos, a sus ancestros.