Tú y Yo

David, vuelve a bailar.

Lo nuevo de David Bisbal me ha hecho sentir nostalgia de aquel aniñado pero excitante “Corazón Latino” (Vale Music, 2002), porque pese a tener un toque de elegancia (lo tengo que reconocer, que no todo es negativo), lo nuevo del exitoso cantante surgido hace no me acuerdo cuántos años de OT es tedioso, demasiado anodino, ni frío ni calor.

Abriendo el disco tenemos un tema a medio tiempo de pop suave como “No amanece”, que parecer marcar la tónica de toda la grabación, que sí llega a tener un toque resultón con los toques acústicos y pegadizas frases cortas de “Diez mil maneras”. ¿Estará remontando la cosa?

Pasan los cortes y el temazo rompepistas no llega, no faltan, sin embargo, baladas de salón como “Si aún te quieres quedar” o “Culpable”, mientras que los cuidados arreglos en “Mi estrella de cine” no dan para sacar la canción adelante. Quizá entre lo más destacable tengamos la calidez de “Burbuja” y sus aires brasileños.

El disco incluye además algunas colaboraciones que no son del todo afortunadas, si bien Antonio Orozco interviene con oficio en “Lo que vendrá” e India Martínez presta su voz en una apacible “Olvidé respirar”, “Vida, qué locura” entra como tercera balada de un disco al que ya parecen sobrarle unas cuantas.

En la edición especial tenemos también correctos cortes en directo -nada espectaculares pero bien producidos y apuntalados en las colaboraciones- y algunos remixes.

Insuficiente, el Bisbal huracanado de “Lloraré las penas” está muy lejos de las producciones más recientes que tienen un toque más melódico que no acaba de estar del todo conseguido; no sabemos si al almeriense le apetecerá hacer otro tipo de música o que está preparando el terreno para la madurez (sólo tiene 35 años, por otro lado), pero este disco está lejos de sus primeros y exitosos trabajos.