A Eddie Barclay le gustaba la voz de Raphael hasta el punto de rescatar su leonino contrato con Philips. No obstante, éste sería el único disco grabado para la marca francesa. De nuevo cuatro temas de Manolo Alejandro a medida de su voz, aunque de perfil compositivo bajo y poco pegadizo. Tintes cosmopolitas a lo Sinatra y compañía en las composiciones y arreglos.
“Tu conciencia” es una balada que empieza a llevar el sello de la casa con la desmesura interpretativa que caracteriza a un Raphael en plenitud vocal. Por primera vez el cantante fuerza el seseo diciendo consiensia. Luego crearía escuela y sería imitado, llegando a establecer esta dicción como santo y seña de apasionamiento. Aunque nacido en una localidad jienense, Raphael no seseaba en su habla normal y empleaba este recurso solamente a la hora de cantar.
Barclay quiso lanzar a Raphael en Europa. El disco llegaría al número 3 en la lista de ventas de Turquía, lo que propició una pequeña gira del cantante por puertos tan exóticos como Estambul, El Cairo y Beirut.
Como no funcionó en la medida que se esperaba, Barclay pasó de Raphael, propiciando su fichaje por Hispavox, donde haría sus mejores cosas.