En este remoto disco, de los menos conocidos de esta formación, confluyen los dos ases de sus particulares mangas: el pasodoble y el chachachá a los que tanto jugo sacaban en sus veladas para turistas ávidos de sol mañanero y juerga nocturna. Representadas respectivamente por “Triana morena” con apuntes taurinos y la apoteosis tropical del “Corazón de melón” de Cugat. De la primera hicieron algunos años después una magnífica versión Los 3 de Castilla, pero esta no pasa de mediocre. A la segunda le cogen el aire algo mejor y logran un registro aceptable e interpretado sin estridencias innecesarias.
Completan el extended dos temas muy flojos compuestos por Luis interpretados con pocos miramientos formales.