Este es un disco al que le tengo mucho cariño, fue el primero que escuché de La Rosa, lo compré en una tienda de vinilos de segunda mano de Santiago un día lluvioso de un invierno lluvioso. Recuerdo que escuché “Balada roja” hasta que me quedé dormido con ese demoledor estribillo en mente -“y miro al cielo una vez más / ¿dónde están los días que nunca volverán?”- e infinitas gotas de lluvia repicando contra el ventanal.
Lo cierto es que este segundo trabajo supone una clara evolución en un sonido que mejora con respeto al primerizo “La Rosa” (EDIGAL, 1989), a ello contribuye el aumento del presupuesto y la labor de Alberto Gambino en la producción. También colaboran Los Doré gritando “Más whisky”.
La clave de esa evolución es una aparente sencillez rítmica repleta de pequeños detalles que consiguen generar una atmósfera llena de melancolía. Los primeros acordes acústicos de “El final del romance” y la voz de Magín suspirando “Ya está lloviendo otra vez / en este maldito lugar / en tus ojos puedo ver / el color de la ansiedad” son suficientes para empaparnos de poesía cruda.
“Arden llamas” mantiene la carga emocional característica que Magín imprime a sus composiciones –en esta ocasión firma todas ellas-, y se acerca con acierto al rhythm and blues con una clara cadencia sureña. Ramón Arroyo aporta su steel guitar en este corte y en “Balada roja”.
“La reina del mate” fue el single sacado del álbum, como cara b incluyeron “Los blues del emigrante”, un blues intenso con aires de folk rock en el que la saudade marca el ritmo. La inclusión de los violines –a cargo de Pancho Álvarez de Na Lúa-, el pandeiro de Xosé Manuel Fernández de Múxicas y el tratamiento de las percusiones son todo un acierto.
“Bichitock” es un certero rockabilly con una brillante instrumentación con birimbau y tarrañolas incluidas. Toda esta riqueza instrumental que acompaña las canciones eleva el listón dejado por su debut –no puedo evitar citar el exquisito hammond de “Vendo mi alma” ni los coros cristalinos de “Cuando todo se acaba”-. Sin duda estamos ante su mejor trabajo.