“Tras el Último No Va Nadie” (RCA, 1994) es su disco más minusvalorado, de hecho es el único disco de Los Enemigos que está descatalogado, RCA sabrá. Si los discos anteriores, sobre todo “La Vida Mata” (GASA, 1990) y “La Cuenta Atrás” (GASA, 1991) se caracterizaban por su limpieza, en este caso el sonido es más oscuro, desolador por momentos; quizá no sea tan directo como los anteriores y requiera más escuchas para asimilarlo, pero sin duda uno de sus mejores. Los golpes se van encajando y las emociones afloran en cada toma.
“No importa” mantiene la contundencia y las estructuras roqueras pero tiene unos marcados aires de acidez noise -quizá influyó la producción de Fino del “Super 8” (RCA, 1994) de Los Planetas-, con una de las letras más oscuras y desoladoras del grupo: “No hay perdón / no hay aire / no te excuses por vivir / no importa”.
“Sin hueso” destaca por sus aires narcóticos, una instrumentación que desborda intensidad y un estribillo demoledor: “Y encárgame otro exceso / destila la verdad / entre coces y besos / sin hueso mi ansiedad / sin hueso mi ansiedad / sin hueso mi ansiedad”.
En “La venganza de H.P. Expósito” las guitarras se afilan y la voz de Josele Santiago destila fuerza y rabia. “Clonaciones S.A” trae el humor y la sonrisa en un disco por lo general doloroso.
Emocionante “La carta que no…”, la voz de Josele es un lamento, un murmullo ronco entre sonidos acústicos que colman de delicadeza y romanticismo esta confesión desde el otro lado. “La espera” es un medio tiempo blues-rock con una letra sobresaliente: “Mientras llega sólo tienes que esperar / Fe y paciencia nada más / ¿hay cerveza en la nevera?”
Para finalizar “Sueña (por mí)”, confesión desde aquí a los del otro lado, de los vivos a los muertos, un reverso de “La carta que no…” con una letra magnífica: “Suéñame / lo que hay desde allí hasta aquí / suéñame / lo que nunca te pedí”. Un precioso final para un gran disco.