En el 2006 Trajedesaliva entregan “Trajedesaliva + Chaos Condensed: Ciertos Animales de Costumbres Discretas” (Caustic / La Defunción, 2006), fruto de su asociación con la formación de spoken word Chaos Condensed. De la edición se encargan el colectivo canario La Defunción y el sello vitoriano Caustic. La grabación se realiza en Vigo y cuenta con Santiago Alcalá en la producción y Jesús Gestoso en la masterización; la portada y el diseño están inspirados en los test psiquiátricos de Rorschach.
En esta ocasión las partes vocales vuelven a ganar protagonismo (eso no significa que la instrumentación y deje de ser uno de los puntales del proyecto) en forma de letanías que llegan a ser agónicas, opresivas… y bellas. En los textos además de composiciones propias Chaos Condensed recurren al poema “América” de Allen Ginsberg. Sin duda, se trata de su trabajo más oscuro.
Abre “La casilla de las locas”, corte instrumental que crea una atmósfera inicial ensoñadora y nocturna, con susurros de animal agazapado, sonidos chirriantes cargados de misterio y vientos que se lamentan. En “Agosto bajo tierra” Una Vena mezcla terror y dulzura en un texto oscuro que deja versos como «Que podrida eres que en la tierra caliente aún me dices: Espera que viene gente«. Las bases pasen del intimismo y la suavidad de las partes recitadas a una explosión electrificada de crepitares de ultratumba que crece en un crescendo redentor en las partes instrumentales. Música para soñar.
En “Ya no soy quien solía ser” consiguen llevarnos del terror al miedo, sin pasos intermedios. Una Vena recita una letanía (si dijesen que se trataba de una psicofonía sería perfectamente creíble) cargada de tormento y estruendos nocturnos.
Las dos bandas colaboran en el corte “Pequeño relato de cuerpo descompensado”, un corte spoken word siniestro que invita a la meditación, y en “Flor de carne y hueso”… ramificada locura.