Reconvertidos en Los Peckes por problemas contractuales con Zafiro, el grupo llega a Regal, una etiqueta subsidiaria de EMI, que les presta la oportunidad de grabar un nuevo disco de versiones con buena producción y apoyo musical. La dicharachera “Gracias, amor” , traducción de un tema de The Scaffold, que triunfaba en Gran Bretaña puede que sea la más atractiva, aunque por muy inglés que sea su pedigree, no deja de ser una pachangada bastante grosera.
Más conocida resultaba la romanticona “Cuando me enamoro”, que seguramente llegaría a ellos a través de la versión de The Sandpipers, si bien fue bastante más famosa la ligeramente posterior de Engelbert Humperdinck. En todo caso, un estándar que no casaba demasiado con el estilo desenfadado de Los Pekes.
El disco ni alcanzó, ni tan siquiera rozó, el objetivo de relanzar al grupo, reconvertido en un conjunto para un público adulto, y Los Pekes echaron el cierre.