Los últimos discos de 091 son los que tienen las canciones más emblemáticas de la banda, y así lo demuestran clásicos como «La calle del viento«, «Huellas» o «Tormentas imaginarias«. En su carrera siempre ascendente, madurando y mejorando las canciones, publican su penúltimo álbum, «Tormentas Imaginarias» (Polygram, 1993), el cual, sin embargo, no mantiene el nivel que los dos anteriores habían alcanzado, a excepción de esas tres o cuatro canciones que destacan. El resto es bastante irregular, habiendo un gran salto entre las canciones que merecen la pena y las que no. Da la sensación de que es un disco hecho con rapidez y en el que utilizaron el material más inmediato que habían creado. Así, «Tormentas Imaginarias» supone un paso en falso para el grupo.
Catorce canciones con melodías cuidadas y guitarras afiladas, actitud rockera en canciones como «Zapatos de piel de caimán» o «Cayendo«. También muestran su lado más tranquilo y melódico en canciones como «Un cielo color vino«. En «Huellas» las letras de Lapido encajan perfectamente con una música llena de riffs adictivos, convirtiéndola en una de las mejores de este LP.
Producido por Joaquín Torres (ex-Los Pasos) y editado por la multinacional Polygram en 1993, paradójicamente fue el álbum más vendido del grupo y, aún así, no fue suficiente para su compañía discográfica. Para grabarlo, entraron Jacinto Ríos al bajo y Víctor Lapido, hermano de José Ignacio, a la guitarra, y seguirán con el grupo hasta el ultimo concierto.