La segunda entrega de Zënzar es un trabajo autoeditado, grabado en Fusión (Nigrán) entre diciembre del 2000 y enero del 2001 con Luis Antelo y Javier Abreu como técnicos de sonido. En él colaboran Luis Caruncho, Xan Xove (Papaqueixos) y Romulo Sanjurjo (Os Diplomáticos de Monte-Alto). Se trata de un trabajo contundente, que aúna rock y punk en gallego. Las curiosidades son la inclusión en dos temas de instrumentos tradicionales como la gaita de Xan Papaqueixos en “Todos me queren” y el acordeón de Sanjurjo en “A banda do coche encarnado”.
Nos encontramos con “letras irónicas y críticas, contra el caciquismo, la destrucción del medio, contra el poder y la hipocresía. Una ironía ya presente en la portada, presidida por el fuego y la muerte, en la que los asesinos y torturadores sonríen a la cámara. Y en la contraportada donde las vacas revolucionarias amenazan con tomar la propia catedral de Santiago, mientras la ciudad arde”. Con pocos medios, la banda crece disco a disco, y autogestionándose consiguen alcanzar los cuarenta conciertos en su gira presentación. Alcanzando su momento de mayor éxito el 25 de julio en Santiago, día de la Patria Gallega, en un concierto multitudinario.
Comienzan combativos, como de costumbre. No hay paraguas para el hambre y la guerra, los mundos de los pobres y los ricos chocan constantemente… “Muros, fronteiras / divisións / decadencia / a presión / chove fame chove guerra / ¡Non ten fin nesta terra!” cantan en “Chove”. El disco presenta un mejor sonido que su entrega anterior, “Disparados Ó Futuro” (Edicións Do Cumio, 1997), y unos arreglos más elaborados -“Johnny”-. Mantienen su tendencia a la aceleración y a la contundencia -“Nin un día máis”, “Camilo”- y a las letras sociales que pueden abarcar desde la contaminación ambiental -“Cheira mal”- a la diferencia de clases -“Chove”-. También se atreven a adaptar la canción popular -“Todos me queren”-.
Un paso adelante importante.