Tras la publicación de unos cuantos singles en diversas discográficas, The Lazy Sundays finalmente fichan por Subterfuge, sello que por aquella época también albergaba a Doctor Explosion, el grupo nacional referente del garage freakbeat revival de aquellos tiempos. En dicho sello publicaron un sencillo y el presente álbum, grabado en los Toe Rag Studios de Londres (donde también han trabajado The White Stripes o Supergrass) en mayo de 1996.
“The Texture and The Flavour” se divide en dos partes -concepto evidente para un vinilo- que son, como su propio nombre indica, «the texture» primero y «the flavour» después (es decir, la textura y el sabor). En un principio no hay una diferencia específica en el enfoque de una y otra, ya que el álbum es concienzudamente homogéneo y maravillosamente secuenciado, saltando de momentos profundamente subyugantes a otros más festivos y/o hedonistas.
El sonido, ricamente lisérgico, se impregna del tañer de sitares y de embriagadores aromas orientales, opiáceos por momentos. Tres versiones se incluyen en el mismo; tres versiones que para el que las desconozca no podría identificar por su perfecta integración con las composiciones propias. Estas son “My clown” de July, “Guess I was dreaming” de The Fairytale y “Anymore than I do” de The Attack, todas ellas bandas en la onda del freakbeat primigenio del Reino Unido, y al punto de hacerlas totalmente suyas.
Por su parte, los temas originales de los gerundenses podrían a la vez pasar por clásicos. Desde la inicial “A shade in the light”, arrebatadora introducción en forma de espiral sonora, hasta la final “Plastic bubble girl”, que cierra el disco entre distorsiones y arrebatos hammond, el devenir del álbum es de una atractiva oscuridad conducida por la suave voz de Alberó -sólo en los dos temas finales la voz principal es la de Joseph- que se alterna con inspirados momentos instrumentales (el final de “Bloody marvellous” alterna lo majestuoso y lo místico) catalizados en “Raga”, donde el sitar de Ribas se convierte en protagonista absoluto.
La idea que de la psicodelia puede tener alguien ajeno al género puede ser muy aproximada a lo que The Lazy Sundays nos ofrecen en este disco. No es pues, un mero relumbrón del panorama freakbeat estatal; más allá, es uno de los mejores discos que de ese estilo se han hecho en España. Su pesar es su contexto, alejado ya del momento álgido del revival. Sin embargo, como todas las buenas obras, este disco es atemporal, porque nació fuera de tiempo.