La primera referencia oficial de Screamin’ Targets tiene más mimbres de recopilación de grandes éxitos que del debut que en efecto era: ocho misiles tierra-aire de power pop ribeteado de exquisitas guitarras y deliciosos juegos vocales que bordaban unas canciones preñadas de romanticismo teenager, ritmo, azúcar y buenas vibraciones.
Ramalazos de melódico rock and roll con un pie en el guitarreo de los 50 y otro en las historia de amores del Brill Building (“Oh Johnny”, “On fire”, “Fool in chains”), notables destellos de power pop (“A place”, “Blind like a bat”, “1965” ) y enseñanzas aplicadas de Blondie y Blue Angel (“Takes a little time”, “Boys don’t like it”) redondeaban este ajustado chute de endorfinas en el que no sobraba de nada.