The End

El modesto sello Interferencias, dirigido por los entusiastas aficionados zaragozanos Luis Linacero y Miguel Goyanes, va a echar el resto con este disco. Producido por Jaime Stinus y el propio Ángel y con la voz prestada de Olvido Gara -Alaska- como principal reclamo, el mini LP se graba en los estudios Cluster de Barcelona.

Seis temas bastante desiguales en los que el grupo denota un sonido más pulido que en su anterior trabajo, que data de casi tres años antes, pero sin perder la radicalidad sonora que siempre los caracterizó.

“The end” es un medio tiempo muy en la línea de las formaciones de Alaska. Un tema de escasa originalidad, pero bien realizado que será el más conocido de la formación. En formato single se vendió razonablemente bien dentro del mercado de las independientes y se escuchó con profusión en las FM de todo el país.

Ángel se nos pone de lo más pop en “Bailas chica”, el tema que más me gusta, en el que destaca el trabajo de guitarra solista y piano, y en el que se da una variedad instrumental que se echaba de menos en la mayor parte del trabajo del grupo. Una de esas sinfonías neopop de dos minutos que tanto juego dan al oyente.

Y aquí se acaba lo bueno, pues tras dos temas notables, los cuatro restantes vuelven a la ramplonería y la repetición. Se salva un tanto el premeditado aire postpunky de la enloquecida “Delirium tremens”. Uno de esos temas de mucho ruido y pocas nueces, pero que al menos descarga adrenalina por garrafas. El grupo suena aquí muy parecido a su primer disco: “Los Pies Sobre la Tierra” (la General, 1985).

Del resto, poco que decir salvo que suena a algo ya oído y sirve para desmentir un tanto la excelente impresión de la primera cara. Poca imaginación, voz grave hasta el susurro gutural por parte de Ángel y tedio auditivo. Como el disco me gusta en líneas generales, puedo salvar la interpretación vocal y el estribillo de “Nos vamos a forrar” que tanto recuerda a los primeros pasos de La Movida… el único problema es que esos pasos se habían dado ocho años antes.