Con «Tercer Asalto» (DRO, 1991) Def Con Dos buscarían dar un paso adelante en la consolidación de sus cimientos ideológicos, haciendo una extensión de su anterior trabajo –«Segundo Asalto» (DRO, 1989)– contando con las mismas cartas para la partida: samples, scratches, escabrosos textos y muchísimo descaro. Si bien no es menos cierto que de entrada al disco le sobran canciones, insulsas y sin gracia ninguna, que parecen hacer de almohada o de relleno entre las canciones importantes del disco.
“Edipo Rey” sin tapujos trata con mucha sorna el complejo de Edipo y el incesto más escabroso de una madre que ahora es prostituta: “Desde que trabajas en la Ballesta / el complejo de Edipo que caro me cuesta”. En “J.B al talego” atacan sin reparos a James Brown, haciendo referencia a su agitada vida sentimental y sus problemas con el alcohol y las drogas.
Algo más convencional es el fondo de armario de “Veraneo en puerto Hurraco”, otra oportunidad para hacer letras puntillosas con los sucesos de la España negra: “España ya no es roja, España no es azul / España ahora y siempre es negra como el betún. / Morir o matar por hacer trampas en el mus”, mientras que en “Apocalypsis ahora” se nos muestran más audaces, menos raperos, entre el fraseo y la entonación en algunos momentos, llenan la canción de clichés sobre películas bélicas e imaginería castrense (Rambo, el Coronel Kilgore, el napalm…).
Tras un par de cortes sin mucha inventiva, le sigue la machacona “Los que traen en infierno”, la insulsa “Strawberry” y una confusa e intrascendente “Hermano John (Gran Enciclopedia de los muertos del rock)”, dedicada al tándem Lennon-Chapman. Hay que esperar a “La princesa está triste” para disfrutar de un tema más ácido y con algo de contenido, sobre un gobierno supuestamente idílico, DCD carga las tintas contra el sistema monárquico arrancando una sonrisa al oyente.
Tras “Rayados” que vienen a ser unos cincuenta segundos de absolutamente nada, empieza “Miedo a un planeta DEF” que resulta ser zafia y sin chispa; además la referencia al personaje de cómic El Increíble Hulk ya la usaron con anterioridad en su anterior disco. “Qué dice la gente II”, por contra, no carece de base musical algo más pensada, y la línea de bajo suena nítida haciendo que el tema no entre mal, mientras que “Quiero la cabeza de Alfredo García” es una regrabación de un tema de su álbum anterior.
Más mordaz y con mejores maneras que en muchos momentos del disco, “Pesadilla en Elm Street” mezcla a dos iconos de la idiosincrasia americana: Freddy Krueger y JFK y su asesinato en Dallas, resultando un cóctel atrevido y descarado. Cierra el disco con el buen sabor de boca que deja “Los discursos de Lenin” y su arreglo de guitarra sucia, en esta ocasión el blanco de las mofas son los líderes históricos comunistas. Decir que las tres últimas canciones son temas rescatados de su primer trabajo que no dejó de ser una maqueta, «Primer Asalto» (1989).
Agotada la vena del hip hop puro, el disco cansa y aburre en algunos tramos. Es necesario un cambio en el estilo que los haga más escuchables y más atrevidos en alguna parcela distinta a las letras. En adelante el cambio de estilo sería patente y su nuevo sonido sería junto a sus atrevidas letras los que les darían la fama.