Pudiera ser que la condición de principiante de Gema, su cantante, alimentara en algunos suspicacias o dudas respecto a la posible continuidad del grupo. Vilma y Los Señores vienen a confirmar con este segundo disco que la cosa va en serio.
Repitiendo en lo fundamental con respecto a su anterior disco –«Turbulencias» (Karonte, 2008)-, esto es: sello, estudio, técnico-productor, diseñador de portada y sobre todo argumentos de estilo, dan una vuelta de tuerca más en la misma dirección. Eso sí, refuerzan y mejoran en varias direcciones. La voz de Gema gana en consistencia y los temas aparecen mucho más revestidos con la presencia de un miembro fijo al bajo y teclados. Para la grabación del disco se contó con Juan de Dios Martín en estos menesteres, aunque poco después hubieran de sustituirlo por Luis, antiguo compañero de Ricardo (batería y percusiones) en Los Ronaldos.
Además no flojean en eso de convencer a amigos destacados que les ayuden en las colaboraciones: Coque Malla, al que le piden, no su voz, sino su guitarra; Xoel López para las voces y Miguel Malla al saxo, como ya hiciera en algunos discos de Los Ronaldos.
Se mantienen pues detalles como las oscuridades que muestran en «Luces y sombras«, la visita de la mujer a la niña que fue tiempo atrás, en una letra de Ricardo que tiene mucho de sobrecogedora.
También siguen los aires sudamericanos, como «Fugitiva«, o los de «Bailo«, hasta vaqueros como «Siete soles«, donde con guitarra y órgano hablan hasta de plomo en el cuerpo.
«Correo«, pequeña sorpresa y predilección personal viene a romper lentitudes o espesuras de canciones previas. El cristalino comienzo me hace pensar vagamente en el «Corazón de tiza» de Radio Futura, los imposibles y requiebros de la letra tienen un algo similar a «La carta«, de su disco anterior.
Son varias las cuestiones de estrictas relaciones personales que se tratan a lo largo del disco. «Sin ti» es a mi entender, de las más logradas. Empieza lenta, pero va ganando en consistencia a medida que evoluciona. En algún momento te retrotrae a atmósferas densas como las de Claustrofobia o Alphaville. La emparento con «La suerte«, la canción que un poco antes de terminar el disco presenta coros femeninos.
En esto de las velocidades, resulta curioso pensar en cómo funcionaría «Ahora» en otros registros. Suena a un acústico de una canción que podría llegar a hacerse vertiginoso a otro ritmo. Pero Gema la paladea y se regodea en basar su intensidad a una velocidad menor.
El final del CD con «¿Cuándo es hoy?» me parece de lo más interesante. Te ofrece un amplio abanico de posibilidades y argumentos (guitarra, marimba, la voz de Gema) como agarraderos a los que asirse.
Ni Vilma, ni ninguno de Los Señores que la acompañan, son unos jovenzuelos, y sin embargo, con este disco, siguen creciendo.