Vergara ve en su nuevo ídolo juvenil un chollo y Francisco Heredero no para de grabar discos. La cabreada “Te han visto con otro” del repertorio de Celentano queda poco convincente, aunque seguramente resultona en los guateques. Tras la bronca y el reproche, la reconciliación llega con “La tercera luna”, en la que el cantante catalán comienza a demostrar unas dotes para la balada que pronto será explotada en festivales veraniegos. “No te creo” es otro tema con esa dicción afectada en exceso que tanto se llevaba en los solistas masculinos de los primeros 60.
“Volando” es una de esas canciones geográficas, que a ritmo movidillo nos lleva por China, Hawai y otros lugares remotos. Para la antología del dislate queda el verso “es imponente sobre China contemplar las murallas desde el avión. Los chinos y chinitas extasiados aumentando la población”. Así Francisco Heredero se convierte en primera persona en testigo del aumento demográfico oriental.
Un EP que pasó inadvertido en su momento, ahogado por la sobreproducción de discos de este y otros cantantes similares. Productos que en el mejor de los casos servían para un rápido y pronto olvidado entretenimiento.