«Te Apellidas Fiambre» (Pasión, 1991) es el último disco en estudio que grabara Tijuana in Blue.
Trabajo que se suponia el primero de una serie de, al menos, dos a grabar con la compañía madrileña Pasión. Los navarros se dejaron convencer por las buenas condiciones que les ofrecieron para dejar su Oihuka de siempre, y apostaron por desplazar su centro de gravedad hacia la capital. No en su grabación, que como nos asegura el propio Jimmi fue a todo lujo, con un trabajo impecable, como solía, de Alfredo Piedrafita (miembro de Barricada, y productor de varios discos del grupo), pero terminó por ser un LP complicado.
Sobre todo por los problemas que vinieron luego, cuando la banda dice sentirse manipulada por los «famoseos» en los que se ven enredados con el responsable del sello, que pasan incluso por apariciones en el programa de radio Los 40 Principales. Tambien se quejaron de la nula promoción del trabajo por parte de la compañía.
En la portada, unos niños (hijos de amigos del entorno del grupo) simulan comerse partes de los músicos. Al fondo aparecen atados y colgados de los pies boca abajo en estética Suicidal Tendencies (veáse «Suicidal Tendencies» (Epitaph, 1983)).
Disco considerablemente rockero, quizás el que más del grupo, comienza con «Alfalfa y pan«, un tema poderoso que te hace pensar tanto en AC/DC como en Beastie Boys. Es uno de las canciones más conocidas, ya que fue la elegida para su emisión por la radio. Llegó a estar el número 38 de las listas. Salió en formato sencillo.
«Despegando» tiene el punto rockero, coros y temática de salida nocturna (billar y whiskie incluidos) de farras habitual del género.
Con «El fin del imperio Avelino» vuelven a las cuestiones del género femenino, como ya hicieran con su «Etxekoandreak oi!«. Algo como aquel «Mamá le ha cortado la cabeza a papá» de Vómito. Aquí hay «certero tiro en el cacharro de mear«.
«…Porke llegaron las fiestas..» comienza con aires de rock duro, pero es cierto que luego vuelve a parámetros de jota, fiesta y cachondeo para meterse con el alcalde Pamplona de la época. El edil se encargó de eliminar las barracas políticas en los días previos a la fiesta de San Fermín, y temiéndose lo peor, adujo un presunto esguince para no acudir al chupinazo. Crónicas locales de las que siempre gustó el grupo. Rebuznos para terminar.
También de experiencias puramente navarras es «Con la cruz a cuestas«, que relata la Jaiverada (la peregrinación, normalmente en una sola jornada) hasta el monasterio de San Francisco Javier. Eso sí, son los malos de la clase los que te la cuentan.
Quizás sea «Ruge la marabunta» la que más escapa de la coraza de rock duro ya mencionada. Tiene aires a Lords of The New Church que la hacen una de las mejores, al menos a mi juicio.
Las guitarras y los coros también dan ciertas siniestralidades a «La tentación«. Jimmi explicaba a El Tubo que iba sobre quinceañeras.
Si tuviera que decantarme por el momento más flojo, señalaría «Pillastres in the night«. La letra cambió en el último momento, justo antes de grabarla. Lo mismo ocurrió con la de «Moskeovitz«.
El extra para la versión en CD fue «La pared del wáter«, versión de Faster Pussycat. No está mal.
