«Tan Alto Como Nos Dejen, Tan Fuerte Como Podamos» (Nola!, 1990) es el testamento sonoro de la banda.
Once temas de calidad dispar. Se intuyen malos rollos en el grupo y las musas no les acompañan como otras veces. Aún así hay destellos de genialidad en las guitarras de «Instinto animal«, o en el instrumental «Surf en la kasbah«.
Pero son los medios tiempos los que realmente brillan en el disco. La bonita canción «No puedo estar mejor«, con coros de chicas, pianos y vientos; y la soberbia «Dulce chica triste«. La voz de Fernando se desenvuelve de lujo en temas pausados, y Guille le da el toque íntimo y preciso con su guitarra.