Sencillamente imprescindible para los amantes del buen pop rock de los 60. Un triple CD que recoge todo lo que este hombre grabó en solitario y con sus Kroner’s entre 1962 y 1968. Auténticas joyas y una trayectoria casi perfecta a través de las variadas aguas sesenteras. Unos discos que marcan por sí solos la evoución de la música en esos años cruciales, a través de las versiones de Tony Ronald.