Solamente un año después de grabar su primer corto, aparece su segundo EP, de título homónimo, que resultaría toda una sorpresa. Hasta entonces, las dotes compositivas del grupo no habían quedado demasiado claras, pero gracias a este nuevo y pequeño tracklist consiguen dejar bastante más definido su sonido, mucho más encaminado hacia el pop, y también por ello más identificativo con el que les haría ganar calidad más tarde en su largo.
“Supersubmarina” es el ejemplo más claro. Un tema regido por los juegos de palabras, también sirve de himno bautismal. Una canción enérgica, con estribillo pegadizo: una vez escuchas el “su-su-su-su-su-su-suspenso” sólo puedes darles el aprobado. Además, el single cuenta con el apoyo de un videoclip grabado en Bulgaria gracias a proclamarse vencedores del MTV Fiesta Love Factory el año anterior.
También aquí encontramos la historia de “Ana“, de la que el propio grupo destaca la importancia de los sintetizadores para lograr ese ritmo casi en espiral. “OCB”– sí, en honor al papel de fumar- recuerda mucho al estilo Vetusta Morla. Está claro que Chino -el motor compositor de la banda- tiene muchos matices que a veces pretenden recordar al grupo madrileño, pero no todo es igual. Si Vetusta Morla suenan a melancolía, Supersubmarina tienen un sonido más esperanzador.