“Siempre me ha gustado estar en bandas y hacer distintos tipos de música para evitar expectativas, así que no tenía claro qué estilo adoptar. Opté por canciones sin muchos arreglos, que recuperaran la frescura de cuando empezaba”.
Con este ánimo afronta José María Granados su disco de debut, tan esperado por sus seguidores a lo largo de los años que, cuando al fin salió, resultó una enorme sorpresa para todos.
José María Granados es un compositor que conoce muy bien su oficio; es un fenomenal constructor de canciones. De manera natural, creíble, sincera, es capaz de crear canciones de pop y pop-rock bien hecho, elegante, con un enorme gusto por la melodía.
Por eso se puede permitir un disco tan sencillo, tan claro, simple y desnudo, modesto en su producción, sin complicarse la vida ni recargar las canciones con arreglos excesivos. Eso, lejos de ser un problema, convierte las canciones en cercanas, resulta en un disco que atrapa por sus melodías, sin artificios.
Las canciones van en la línea de un Bruce Springsteen o un Tom Petty (muy presente en canciones como la excelente “Eses” o “Mi buen amigo“) unos Crosby, Stills & Nash o, como referentes más cercanos, CRAG (“Duermevela“, “Guardame un sitio”, “Soluciones”, “Todas esas rosas”). Todo ello sin dejar de sonar a la manera inconfundible de componer de José María Granados. No esperen, claro, un pop de nuevaola como el de Mamá: los tiempos y las referencias son otras, pero hay algo en las melodías, que nos resulta inconfundible en todos aquellos sitios por los que pasa José María Granados.
Un debut un tanto tardío pero que demuestra, como pocas veces, aquello de que “nunca es tarde“.
Si el disco sólo tuviera una canción, “Eses“, ya tendría sentido toda la carrera en solitario de José María Granados y toda la espera de sus seguidores. Pero la cosa no se va a quedar ahí, hay canciones como “Guardame un sitio”, “Cartas sin papel” , “Se pasa volando“, “Duermevela” (compuesta en su día para Amistades Peligrosas y felizmente recuperada) o “Despeinada” entre otras, que no son, precisamente, un relleno.