El debut en vinilo de Sta Cruz vino de la mano de Mendeku Diskak, que les ofrece la posibilidad de plastificar en dicho formato la cinta que la banda de Bermeo (Vizcaya) había sacado un poco antes. Las cuatro canciones se habían grabado en enero de 2019 en el estudio de Jonza Ibarrangelo.
El disco se encarpetó con diseño sencillo en blanco y rojo con la cruz dibujada para la portada por Andoni de La Cruz (Cuero) e incluía foto de la banda en el interior.
El Oi! rocoso del cuarteto se apoya en una base de puro rock and roll con un punto de aceleración, rudo y crudo, eso sí, y envuelto con ingredientes propios del género como son la voz de garganta rota y coros amenazantes.
Temática oscura para «La muerte por babor», con menciones a verdugos, juicios finales y la muerte como vía de escape. Tiene algo quizás de aquel «Enamorado de la muerte» de RIP, aunque con aires diferentes y un posible guiño marinero en el título.
Despachan un corte con referencias clásicas del género: la barra de bar, la sensación de condena y comunión con el resto de compañeros de esa cuadrilla que conforman como soldados del asfalto por las calles de la ciudad.
Con «Bermio 1937» parecen despachar cuestiones de memoria histórica con referencias franquistas y aire de trinchera.
Un disco de debut sobresaliente practicando una vertiente bien atractiva del Oi!, mucho más, a mi juicio, que otros híbridos que apuestan por derivas apuntando al metal o rock duro.