Los tres LP anteriores son buenos tirando a muy buenos dentro de los parámetros del pop melódico. Sin embargo, éste suena repetitivo y cortito de ideas, a pesar de gozar de una producción lujosa y sin reparar en gastos. Temas que destilan un cierto cansancio y Julio Iglesias aportando elegancia, dicción y poquito más.
La canción que más se promocionó fue “Dieciséis años”, una balada casi adolescente de buena factura que cuenta una historia que todos hemos vivido alguna vez. De hecho con este título de “16 Años” se editó este álbum en otros países. Es de lo poco salvable de este cuarto largo de Julio Iglesias. De entre el material menos conocido, me quedo con “Una leyenda”, una balada calmosa con toques hawaianos en la instrumentación
Los arreglos se los reparten entre José Luis Navarro y R. Shaw.