Dos canciones de Manuel Alejandro para el regreso de la chica de Pic-Nic. En vez de guitarras, violines; en vez de un grupo folk rock, una orquesta completa y la misma voz de antes con un premeditado tono de copia de aquel mítico “Cállate, niña”. La reconversión de Jeanette en cantante melódica no pudo resultar más rápida y rentable para Hispavox y para ella misma. “Soy rebelde” vendió una barbaridad y se convirtió en un himno todavía hoy vigente.
En la cara B una recriminación a los padres que castigan a sus hijos, pues, al fin y al cabo, ya los castigará la vida. Envuelto en una falsa ligereza orquestal cargada de detalles de una muy cuidada instrumentación.