En el 92 comienza a desarrollarse el concepto indie en la escena nacional. Se editan los primeros trabajos de grupos pioneros como Penélope Trip –“Politomanía” (Munster, 1992)-, El Inquilino Comunista –“Extended Play” (Radiation, 1992)-, Cancer Moon -entregan su segundo largo “Flock, Colibrí, Oil” (Munster, 1992)– y los propios Bach is Dead con este “Sonotone” (Marylin, 1992).
Un disco que hoy por hoy podemos calificar de imprescindible para conocer de primera mano los primeros desarrollos en nuestras fronteras con noise de calidad, con bandas anglosajonas en mente como Sonic Youth, Joy Division y The Fall. Aunque no gozaron de grandes ventas ni movilizaron a las masas, el paso del tiempo ha puesto al grupo en el lugar que le corresponde.
Una obra pionera marcada por los decibelios y las guitarras distorsionadas, con grandes temas como ese corte introductorio “Una canción en la que no canta nadie”. Intensidad arisca marcada por cuerdas a medio camino entre el post punk y el noise. “The erogenous zone” mantiene los esquemas y sube las voces, y “República Dominicana” trae la contundencia bien entendida y un sonido más punk.
“Milky way down” llega con tintes experimentales y un coro femenino que pone el contrapunto a la voz de David Rodríguez. Las guitarras ásperas, como siempre. Destacables “Bisagre chase love song” –con un aviso para navegantes a modo de letanía: “Abre la puerta / ten cuidado”-, “Hole sand” –el corte más melódico del conjunto- y “El buscador de mugre” –luces, sombras y cuerdas resplandecientes-.
“Hole sand” sería editada como sencillo acompañada de la inédita “Prismatics girl”, «Hole Sand / Prismatics Girl» (Marylin, 1992).