Dada las buenas críticas y las nada desdeñables ventas dentro del mercado folk que había registrado el LP del año anterior: “Los 3 de Castilla” (Fontana, 1970), el grupo repite el embite. Casi nunca segundas partes fueron buenas, a pesar de reunir en el disco piezas de Alberto Cortez con otras más antiguas procedentes de finales de la década de los 50 e inicios de los 60. Aquí vuelven a utilizar arreglos orquestales, prescindiendo en parte de las guitarras que tan buen resultado les había dado en su anteriorlong play.
Traemos como ilustración la canción que da título a todo el álbum, un bolero que va la mar de bien al estilo del grupo y, en especial, al de su vocalista principal, Mayra García.